El retrato de un hombre de aire pensativo y larga barba que pertenece a la reina Isabel II, es Leonardo da Vinci, aseguró hoy un asesor real al cumplirse 500 años de la muerte del artista y genio renacentista.
Martin Clayton, jefe de grabados de la Colección Real de Reino Unido, dijo que el dibujo fue realizado por un ayudante de Leonardo poco antes de su muerte, sucedida el 2 de mayo de 1519.
"La elegante nariz recta, la línea de la barba que se eleva en diagonal de la mejilla a la oreja" y otros detalles, se asemejan al único otro retrato conocido de Leonardo realizado en vida, de
Francesco Melzi.
Según Clayton, "existen fuertes indicios de que este también es un retrato del artista".
El jefe de grabados de la Colección Real comentó que en este dibujo recientemente identificado, el artista "parece más preocupado, más melancólico quizás" y agregó que "puede ser trivial como una obra de arte, pero es muy importante, incluso conmovedor, como un registro del propio hombre", según informa The Guardian.
Retrato de Da Vinci atribuido a Francesco Melzi. Crédito: EFE
El boceto será exhibido junto con otros 200 dibujos de la enorme colección real de obras de Leonardo, en la Galería de la Reina en el Palacio de Buckingham del 24 de mayo al 13 de octubre.
Algunas características del boceto
La hoja en que está dibujado Da Vinci corresponde al papel en el que se realizaban estudios de la pata de un caballo, según informa el medio británico.
"Las hojas de papel podrían recogerse en el estudio y ser utilizadas por los alumnos y compañeros de Leonardo para dibujar cosas en bruto", dijo Clayton.
Crédito: AP
La persona que realizó el boceto dibujó a un joven sonriente y al anciano. "Creo que es difícil evitar la conclusión de que es una imagen de Leonardo, esbozada rápidamente bajo quién sabe qué circunstancias", añadió el experto.
El dibujo presenta grandes similitudes con el retrato hecho por Francesco Melzi, como por ejemplo la inusual barba que usaba el artista alrededor de 1517. Según Clayton, el maestro era "uno de los pocos hombres barbudos en ese momento".
500 años de la muerte de Da Vinci
Muy pocos artistas dibujaron tanto y pintaron tan poco como Leonardo da Vinci, de cuya muerte se cumplen 500 años. Existen unos 30.000 dibujos de sus numerosos cuadernos de estudios sobre fenómenos naturales, inventos, lugares o ideas, pero de sus pinturas no han sobrevivido más de 15 y un mural.
Da Vinci, prototipo que encarnó mejor el ideal renacentista del hombre como medida de todas las cosas, representado en el "Hombre de Vitruvio" o en el estudio de las proporciones ideales del cuerpo humano, fue no solo una de las personalidades más polifacéticas de la historia, sino el que unió como ninguno ciencia, técnica y arte.
Y es que, tal y como le describió el historiador vienés Ernst Gombrich, Leonardo tenía un "apetito voraz de detalles" y una visión de conjunto, dominaba y admiraba la geometría y el dinamismo, elementos esencial de su ciencia.
"Cuántos más se leen sus páginas, menos puede comprenderse
cómo un ser humano podía sobresalir en todos esos dominios diferentes y realizar importantes aportaciones a casi todos ellos", decía Gombrich para referirse a su mente insaciable, de extraordinarias dotes para la ciencia.
Da Vinci describió y dibujó a fondo los mecanismos del cuerpo humano, y dejó claro que era mucho más que una máquina e incluso integró principios orgánicos y metabólicos en sus diseños arquitectónicos y urbanísticos; encontró ritmos ondulatorios del agua, la tierra, el aire, la luz o el sonido.
Aún así, Leonardo no fue un intelectual. Fue hijo ilegítimo de un notario, por lo que no recibió la educación que le hubiera correspondido, probablemente supo poco latín y griego, pero no obstante sobresalió por su alta capacidad de estudio y experimentación.
Para el historiador del arte y académico español Víctor Nieto Alcaide, Leonardo fue el artista que llevó hasta sus últimas consecuencias la experimentación de un sistema regular basado en la observación de la Naturaleza como expresión ideal de una belleza suprema, y desarrolló un nuevo clasicismo, monumental y estético.
Un carácter interdisciplinar que le convirtió en el verdadero arquetipo del hombre universal del renacimiento.
Idea que desarrolla el biógrafo Walter Isaacson, que lo califica como hombre para el que la ciencia y el arte están absolutamente conectados, con una capacidad visionaria llevada a la práctica y adelantada a su tiempo, tanto por el estudio de la anatomía, como de la astronomía, la geología, la óptica, la perspectiva, la geometría, las matemáticas… para confluir en dos terrenos en los que era imbatible: la ingeniería y el arte.
Según el caso, Da Vinci daba prioridad a una u otra. Aquellos biógrafos que se desesperan con la supuesta dispersión en tantos campos de Leonardo, se equivocan: todo confluye en su arte.