La tercera temporada de "La Casa de Papel" es una de las producciones más esperadas por los suscriptores de Netflix. La serie que llegó en 2018 a la plataforma con dos temporadas, tendrá nuevos episodios a partir de este viernes 19 de julio y la promesa es clara: cautivar a los espectadores con una ambiciosa misión del Profesor y compañía.
ALERTA: Los siguientes párrafos podrían ser considerados spoiler
En el cierre de la temporada dos, los asaltantes de la máscara de Dalí lograron escapar de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en España. Si bien hubo pérdidas importantes, personajes trascendentales como Tokio (Úrsula Corberó), Río (Miguel Herrán), Nairobi (Alba Flores) y el propio Profesor (Álvaro Monte), lograron sobrevivir e iniciar una nueva vida lejos de la policía.
La banda se dividió por parejas y tomaron como destino lugares estratégicos de Asia y Latinoamérica para evitar a la Europol. Como ya se reveló en los tráiler, la policía Raquel Murillo (
Itziar Ituño) se cambió de bando e hizo una apuesta de amor para mantenerse al lado del Profesor, incluso dejando a un lado que eso la convirtió en una prófuga de la justicia.
Ahora ella y el líder de la banda son los estrategas de un plan que los mantiene al filo del peligro en todo momento. Uno de los suyos fue encontrado en medio del Caribe, y la policía ha decidido no comunicar su detención para así torturarlo y sacarle información. Nadie está dispuesto a dejar que uno de ellos sufra y harán lo que sea posible para llamar la atención de las autoridades.
Foto: Netflix
El dinero en otro formato ahora está en la mira del grupo y para ello reclutan a nuevos integrantes. Palermo (Rodrigo de la Serna), un íntimo amigo de Berlín (Pedro Alonso), se deja conocer en los primeros dos capítulos como un planificador de robos a gran escala. Su participación será clave, y se convertirá en un líder innato.
A medida que va avanzando la historia, se muestran flashbacks sobre lo que fue el proceso de estudio del nuevo gran robo, y en ellos se vuelve a ver a Berlín en un contexto más amistoso y calmo.
Foto: Netflix
Al igual que en las dos temporadas anteriores, resulta difícil de abandonar la trama y es muy probable que el espectador quiera ver un capítulo tras otro, incluso sin tomar en cuenta algunos puntos de exceso de dramatismo y secuencias un tanto predecibles. Sea como sea, la tercera temporada –o al menos hasta su tercer capítulo- es efectivamente entretenida y de todo el gusto para quienes ya gozaron con sus episodios anteriores.