El espacio vacío que dejó la estatua del General Manuel Baquedano desde que fue retirada en marzo de 2021 tras ser blanco de un sinnúmero de ataques vandálicos luego del 18-O,
fue ocupado por un breve lapso de tiempo este lunes por una inusual figura: un uróboro o serpiente que se come la cola, con la forma de Chile.
La fecha elegida para instalar la obra no fue casual: un día después del Plebiscito constitucional en el que por segunda vez los chilenos descartaron una nueva Carta Magna para el país, quedando así vigente la de 1980, que fue reformada durante el Gobierno de Ricardo Lagos.
El uróboro proviene del griego y simboliza el ciclo eterno de las cosas, el esfuerzo eterno, la lucha eterna o bien el esfuerzo inútil, ya que
el ciclo vuelve a comenzar a pesar de las acciones para impedirlo.
La obra fue realizada e instalada por el colectivo artístico Instituto de Motricidad Fina (IMF) de Valparaíso, con la
intención de representar lo que han sido los últimos cuatro años en Chile, desde que en noviembre de 2019 se firmara el histórico Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución, pasando por los dos procesos constitucionales, hasta llegar al pasado domingo y el triunfo de el En contra.
Crédito: IMF (captura Instagram).Durante las horas en que el uróboro se alzó sobre Plaza Italia, algunas personas alcanzaron a tomarle fotos y subirlas a redes sociales. Pero IMF también compartió imágenes de la intervención con los mensajes
"Chile uróboro / eterno retorno" y "En un loop eterno hemos nacido".
La obra generó diversas reacciones entre los internautas. "
Genial esta representación, ojalá sea mágica y produzca esa unión y evolución tan anheladas". "Tremendo símbolo, tremenda ejecución (...)
Es la metáfora perfecta";
"Interpreta lo que fue, vivimos y viviremos"; "Qué buena forma de resumirlo"; "Representa claramente la
ironía de la situación actual del país", son algunas de ellas.
En entrevista con CNN, IMF explicó que
la forma alargada del territorio chileno "posibilita la metáfora de la serpiente" que "al mismo tiempo se devora y regenera, aparentando un bucle eterno".
En 2020 IMF también realizó el "Miguelito gigante" que se instaló en plena calle en el contexto del primer aniversario del estallido social.