SANTIAGO.- El lugar es el programa "Showmatch", del Canal 13 de Argentina. Ahí, aparece el comediante Freddy Villarreal en la piel del Presidente trasandino, Mauricio Macri, en el sketch "Gran Cuñado", desatando carcajadas. "Hemos tomado medidas drásticas también en la casa de Gran Cuñado, porque es la sucursal de lo que sucederá en la Argentina, donde tenemos que cortar con los servicios de telefonía, de gas y de luz", dice el personaje, haciendo alusión a los problemas que enfrenta el país vecino.
La escena puede parecer normal para Villarreal, conocido en Chile por su papel de "Figuretti" y quien años atrás ya había personificado a mandatarios como Fernando de la Rúa y Néstor Kirchner. Sin embargo, la última imitación de este actor desató el enojo del macrismo y le ha traído más de un dolor de cabeza al conductor y dueño del espacio televisivo: nada más ni nada menos que Marcelo Tinelli.
Es más, la situación ha llegado a tal punto que las acusaciones cruzadas a través de la prensa y las denuncias de cyber bullying desencadenaron una reunión que en las próximas horas tendrá a Macri y Tinelli intentando limar asperezas en la residencia presidencial de Olivos.
La molestia de Macri y el "boicot"
Todo comenzó en el set de "Showmatch", cuando los chistes alusivos a hechos como el alza en las cuentas de los servicios básicos comenzaron a disgustar al Presidente Macri y a sus seguidores, quienes veían cómo la parodia del Mandatario recomendaba a la gente a apagar los calefones ante la crisis energética.
La molestia, cómo no, se hizo notar en las redes sociales, donde las críticas contra Showmatch, y en especial contra Tinelli, no se hicieron esperar, llegando al punto de que el conductor acusó una campaña en su contra.
A través de su cuenta de Twitter, el también empresario y vicepresidente del club de fútbol San Lorenzo aseguró la existencia de una gran cantidad de cuentas falsas dedicadas sólo a insultarlo por las críticas a Macri emanadas en su programa.
Asimismo, acusó a personeros de Gobierno, como el jefe de Gabinete Marcos Peña, de llamarlo y extorsionarlo para que deje las parodias.
La denuncia tuvo su respuesta días después por el propio Macri a través de una entrevista al diario La Nación publicada el domingo: "No hubo pelea. Él decidió satirizarme y recibió 150.000 tuits de crítica. Investigamos el tema. No hubo trolls ni el Gobierno tuvo nada que ver", sostuvo.
"Sí hubo 30.000 tuiteros que lo criticaron ¿Cómo no va a haber 30.000 tuiteros que simpatizan con el Gobierno si este gobierno es producto en gran medida de las redes sociales? Es increíble que se ofenda. Tinelli me satiriza de mala manera ante tres millones de personas en televisión y se ofende porque lo critican 30.000 tuiteros", enfatizó el Mandatario.
Acto seguido, Marcos Peña aseguró este martes que "nosotros no tenemos ningún problema con el humor político y no tenemos ningún problema con él".
Las otras reacciones
Y ha crecido tanto la polémica que una de las antiguas "víctimas" de Tinelli, el ex Presidente Fernando de la Rúa -quien culpa a las bromas del conductor como una de las causales de su salida prematura de la Casa Rosada- también salió al ruedo, dándole consejos a Macri.
"Le diría a Macri que aguante las imitaciones de Tinelli, pero los periodistas tienen que decir si lo que hace Tinelli está bien o mal", dijo De la Rúa a la radio AM 950 Belgrano.
Por su parte, el actor Freddy Villarreal -atacado en 2001 por De la Rúa y ahora cuestionado por Macri- expresó a La Once Diez/Radio de la Ciudad, que "es imposible que un humorista, conductor o periodista tire abajo un gobierno".
"Creo que si un presidente hace las cosas bien y la gente lo percibe de tal forma, si hay trabajo y los chicos tienen para comer, no hay labor que pueda hacer un humorista que pueda desprestigiar o que pueda romper con un sistema de gobierno tan eficaz. Y de la misma forma al revés: si un gobierno no es tan bueno, jamás un humorista, a través del humor, podría fogonear a favor de alguien y llevar ese proceso adelante. Si la gente no tiene para comer, no hay humorista que lo pueda levantar o hundir. Eso a mí me tranquiliza, espero que la gente lo entienda así", recalcó.
Así, lo que Villarreal pensaba que sólo podía ser un chiste basado en la contingencia, ahora será resuelto en Olivos.