SANTIAGO.- Tras siete años en prisión, Chelsea Manning salió este miércoles de la cárcel militar de Fort Leavenworth en Estados Unidos para poder empezar su nueva vida y realizar su transición como mujer transgénero.
Porque Chelsea se hizo mundialmente conocida cuando era Bradley, el soldado norteamericano que filtró más de 700.000 documentos secretos militares y diplomáticos de Estados Unidos a WikiLeaks.
Fue condenada a 35 años en 2013 por espionaje tras admitir haber enviado la información clasificada al portal de Julian Assange, pero el ex Presidente Barack Obama conmutó su pena en los últimos días de su mandato.
Cuando se supo el perdón que Obama le había otorgado, la ex soldado señaló que era la primera vez que podía "ver un futuro para mí como Chelsea. Me imagino sobreviviendo y viviendo como la persona que soy y finalmente puedo estar afuera en el mundo".
Chelsea la traidora
Manning tuvo una difícil infancia. Tras el divorcio de sus padres se mudó a Gales junto a su madre donde la molestaban porque sus compañeros la consideraban "nerd". Durante este tiempo ya se encontraba obsesionada con los computadores.
Pero no eran sus compañeros los únicos que la atormentaban, su madre reprimía su inclinación sexual y a menudo se burlaba de su forma femenina de ser.
Tras terminar el colegio entró al Ejército. Sus amigos dijeron que lo hacía para poder pagar la Universidad, pero tiempo después ella reconoció que su verdadera razón era para ver si podían deshacerse de sus ganas de ser mujer.
Fue en 2010 cuando WikiLeaks comenzó a difundir el material proporcionado por Manning, y el primer hito fue la publicación de un video de 15 minutos que fue grabado desde un helicóptero de combate Apache, durante un ataque realizado en julio de 2007 en Bagdad, en el que murieron 11 civiles.
Tras eso le siguieron la información sobre la guerra de Afganistán y de Irak, despachos de las embajadas y actas de Guantánamo.
Manning fue detenida a fines de 2010 en Irak tras ser acusada por Adrian Lamo, un hombre que no conocía en persona pero al cual confesó lo que hizo a través de un chat, y que sus razones eran denunciar los crímenes de guerra y no dejar impunes a los responsables.
Durante el juicio, donde aún se presentaba como Bradley, fue acusada de traidora y de poner en riesgo la vida de militares estadounidenses. Incluso, el actual Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la calificó como una "traidora ingrata" tras el perdón de Obama.
Su vida afuera
El Ejército ha mantenido su liberación en un muy bajo perfil, tanto así que no hay ni siquiera una conferencia de prensa planeada. Según un vocero esto sería "para garantizar la privacidad y seguridad del interno Manning".
Pero su vida pública será muy diferente de lo que busca el Ejército. Según el abogado y amigo personal, Chase Strangio, lo primero que Chelsea quiere hacer es "regresar a la comunidad transgénero, para luchar por mucha gente trans, gran parte mujeres de color trans, que están en custodia, para seguir conectada con la gente joven que es trans".
Asimismo, su abogado Vincent Ward aseguró que "ha estado en la cárcel la mayoría de su edad adulta, pero es una persona con recursos, una de las personas más inteligentes que conozco, así que espero que Chelsea pueda hacer grandes cosas por el mundo".
Tras su liberación se espera que complete su transición, una que casi le costó la vida dos veces, debido a su lucha para la cirugía de reasignación de género. En 2016 realizó una huelga de hambre pero le puso fin después de que el Ejército accediera a proporcionarle la cirugía.
A fines de 2017 cumplirá 30 años, quizás para entonces ya tenga la apariencia que ha deseado desde pequeña: la de Chelsea Manning, dejando a Bradley, y todo lo que hizo, atrás.
