Tras abandonar la península arábiga el presidente estadounidense viajará a Israel, Palestina y el Vaticano.
AFP
RIAD.- El primer viaje de Donald Trump al extranjero comenzó el sábado con una cálida acogida en Arabia Saudita y el anuncio de la Casa Blanca de un importante contrato de venta de armas al reino para, según señalaron, "hacer frente a las amenazas de Irán".
La pomposa llegada del mandatario estadounidense a Riad, donde pronunciará un discurso sobre el islam, contrastó con el austero recibimiento que tuvo hace un año el ex presidente Barack Obama, criticado por su acercamiento a Irán.
Además de las reuniones bilaterales, como la que mantuvo con el rey Salman, Trump dedicó el primero de sus dos días en Riad a las inversiones con una serie de colosales contratos.
"Fue una jornada formidable", declaró el presidente republicano. "Cientos de miles de millones de dólares en inversiones en Estados Unidos y empleos, empleos, empleos".
En este sentido, un responsable de la Casa Blanca anunció ventas de armamentos por valor de "cerca de 110.000 millones de dólares".
"Este conjunto de material de defensa y de servicios garantiza la seguridad a largo plazo de Arabia Saudita y de la región del Golfo ante las amenazas de Irán", aseveró.
El anuncio se produjo, precisamente, el día de la reelección del presidente iraní Hasan Rohaní, que defiende la apertura de su país al mundo.
Arabia Saudita, mayoritariamente sunita, considera a Irán, potencia chiita, como su principal rival en Oriente Medio. Ambos países están enfrentados en los conflictos de Siria y Yemen.
La Casa Blanca precisó que los contratos militares reforzarían la capacidad del reino "en sus operaciones contraterroristas en la región, lo que reduce la carga de Estados Unidos".
Washington espera que Riad incremente su papel en la lucha contra grupos yihadistas como la organización Estado Islámico (EI) y Al Qaeda.
Al reunirse con los dirigentes saudíes, Trump tendrá "un mensaje más duro sobre Irán, no les dará una lección sobre democracia y derechos humanos y será aplaudido", aseguró Philip Gordon, del Council on Foreign Relations.
Tras abandonar la península arábiga el presidente estadounidense viajará a Israel, Palestina y el Vaticano y, posteriormente, a Bruselas y Sicilia. En esos últimos lugares participará en las cumbres de la OTAN y el G7 respectivamente.
