SANTIAGO.- La duda sobre que Estados Unidos dejará definitivamente de formar parte del acuerdo sobre el cambio climático de París se vuelve cada vez más una certeza. Según medios estadounidenses, la decisión del Presidente Donald Trump sería darle la espalda a la iniciativa que busca reducir las emisiones de gases invernaderos y frenar el avance del calentamiento global.
Sin embargo, a pesar de que el rubio Mandatario ha optado por prolongar la incertidumbre anunciando que hará pública su decisión final en "los próximos días", muchos ya están pensando en las consecuencias políticas que esta acción gatillaría en el escenario internacional.
Según explica a Emol el académico del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Robert Funk, el principal afectado será el propio país norteamericano. "Existe un consenso en el ámbito internacional de la necesidad de tomar medidas para empezar a reducir emisiones y tratar de, por lo menos, reducir el ritmo de crecimiento de la contaminación (…) Trump se está aislando en la comunidad internacional, particularmente con Europa, y eso sigue una tendencia que él ha querido instrumentar", afirma.
Este aislamiento, según Funk, provocaría que EE.UU. vea mermada cada vez más su influencia en el mundo. "A la larga hemos visto con las relaciones con Alemania el hecho de que estos actos unilaterales no hacen lo que cree Trump que es reforzar a Estados Unidos, si no que más bien todo lo contrario, lo que hacen es aislarlo más y que países europeos digan, 'bueno, nosotros vamos a echarle para delante sin EE.UU.'. Está causando gran daño a la influencia que ha tenido el país durante por lo menos los últimos 60 años", enfatiza.
Adiós Europa
Desde comienzos de su campaña, Trump ha afirmado que cree que el calentamiento global es parte de un proceso natural de la tierra y que la afirmación de que el hombre es su principal causa, es una farsa. Por ello, desde entonces ha prometido poner fin al acuerdo firmado e impulsado por su predecesor en la Casa Blanca, Barack Obama.
Sin embargo, esta y otras polémicas creencias, acciones y promesas, han provocado un alejamiento progresivo con sus pares europeos. En ese sentido, Funk asegura que el eventual abandono del tratado de París solo vendría a confirmar el quiebre que ya se percibió hace algunos días, en las reuniones de la OTAN y el G7.
"Alemania y el resto de los países se dieron cuenta, no solo por las políticas, si que por el personaje, por el comportamiento de Trump, que ni él mismo sabe lo que hace ahí. Hay un quiebre importante porque se dieron cuenta que la formas normales y diplomáticas no funcionan, 'no tenemos nada que conversar, no tenemos un proyecto en común'", señala.
Añade que con esta separación, "EE.UU. se está desmarcando de una política que hacía suya. Están dejando atrás una política, un organismo e instituciones que fueron su propia construcción".
Un regalo para China
Con la salida definitiva de EE.UU. de las negociaciones sobre el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), el gran beneficiado fue China. El gigante asiático tomó el espacio que dejó la potencia norteamericana y amplió sus conversaciones con los países que quedaron a la deriva tras el desvanecimiento del tratado. Algo similar ocurriría esta vez.
Si Trump decide pasar el borrador por sobre la firma de Obama en el acuerdo sobre el cambio climático, China volvería a tomar su lugar. "China, históricamente, no ha sido un gran amigo de la reducción de emisiones o del tema de las regulaciones ambientales. Sin embargo, ellos siguen estando presentes en este acuerdo y EE.UU. no. Eso es un ejemplo de cómo china se está tomando los espacios que EE.UU. está dejando atrás", expresó.
No obstante, el analista internacional aclara que este nuevo rol de la influencia política de la segunda economía más importante del mundo, no se debe tanto a su fortaleza . "China por distintas razones económicas y por temas demográficos iba a tener siempre un rol más importante en el espacio internacional. Lo curioso es que EE.UU. se lo está regalando", sentenció.
