WASHINGTON.- El congresista demócrata californiano, Brad Sherman, se convirtió este miércoles en el primer legislador estadounidense en presentar formalmente una moción de impeachment en contra el Presidente Donald Trump.
Sherman hizo patente esta jornada la amenaza que realizó el mes pasado de intentar destituir al Mandatario, al presentar una moción de cuatro páginas para "iniciar un juicio político a Donald John Trump, Presidente de los Estados Unidos, por crímenes y delitos graves".
En un comunicado, el legislador aseguró que el presunto esfuerzo de Trump para anular una investigación sobre los lazos de su equipo de campaña electoral con Rusia, así como una pesquisa en contra un asesor de alto rango de su Gobierno, equivalían a una obstrucción de la justicia.
"Las revelaciones recientes de Donald Trump Jr. indican que la campaña de Trump estaba ansiosa por recibir ayuda de Rusia", sostuvo.
El congresista se refiere a los correos electrónicos dados a conocer por el mismo hijo del Mandatario a través de Twitter, en los que acordaba reunirse con una abogada rusa en junio pasado para obtener información comprometedora de la entonces rival de su padre en la carrera hacia la presidencia de Estados Unidos.
"Ahora parece probable que el Presidente tuviera algo que ocultar cuando trató de limitar la investigación del asesor de seguridad nacional Michael Flynn y la investigación general del caso ruso", agregó Sherman.
"Creo que sus conversaciones con el director del FBI James Comey y su posterior despido constituyen una obstrucción de la justicia", añadió.
Sin embargo, es probable que el esfuerzo del legislador se detenga en el Congreso, que es de mayoría republicana y hasta ahora un sólo un demócrata, Al Green, ha firmado la moción.
Si bien varios republicanos han reprendido a Trump o expresado su preocupación por varios tropiezos, no hay señal de que los líderes del partido en la Cámara de Representantes o el Senado estén preparados para iniciar un proceso de destitución en contra el Mandatario.
Por su parte, la Casa Blanca reaccionó con desdén cuando un periodista le pidió una opinión acerca de la iniciativa de Sherman. "Creo que es completamente ridículo y en el peor de los casos un juego político", respondió la portavoz Sarah Huckabee Sanders.
