En la imagen, una ordenación sacerdotal de legionarios en Roma.
El Mercurio (archivo)
ROMA.- La orden religiosa de los Legionarios de Cristo, marcada por las revelaciones de que su fundador, Marcial Maciel, abusó sexualmente de seminaristas y tuvo varios hijos, lidia ahora con un nuevo escándalo.
En una carta publicada por la orden el pasado sábado, el rector de su seminario diocesano en Roma, el reverendo español Óscar Turrión, dijo haberse enamorado de una mujer hace años durante un momento de inestabilidad en la orden. Durante ese tiempo tuvo un hijo, y hace unos meses una hija.
"Como sacerdote conocí a una mujer y aunque no tuve mucha relación con ella durante los años que estuve en su país, seguí en contacto de una forma amigable", explicó.
"Debido a ciertos hechos en la Congregación de los Legionarios de Cristo y a otros muchos en la Iglesia fui perdiendo lastre y me fui desilusionando, y en un discernimiento sopesado y tranquilo busqué lo que más convenía a mi vida. Fue en ese período cuando entré en contacto de nuevo con esta mujer y poco a poco me fui enamorando. De esa relación nació primero un hijo y hace unos meses una hija", agregó Turrión.
En la misiva, el ex rector pide perdón por sus actos y por haber ocultado la relación. "Les pido perdón por hacerlas ahora a ellas conocedoras de mis miserias y caídas. Siempre me han abierto sus corazones y ahora me corresponde abrirles yo el mío: pido perdón por el mal ejemplo y el anti-testimonio que les he dado", añadió.
Turrión, de 49 años, era el rector del Pontificio Colegio Internacional Maria Mater Eclesiae desde 2014. El centro es una residencia para seminaristas diocesanos que estudian en universidades eclesiásticas en Roma. En la actualidad residen allí 107 seminaristas, la mayoría de India, África y América Latina, por debajo de los 200 que llegó a acoger hace unos pocos años.
El asunto es especialmente delicado por el carácter diocesano internacional del seminario: otros obispos confiaban a sus seminaristas a los Legionarios de Cristo para que les ofrecieran un entorno de integridad mientras completaban sus estudios.
En un comunicado, la orden dijo ser "consciente del impacto" que creaba el "ejemplo negativo" del caso de Turrión para los seminaristas y los fieles, y aseguró estar comprometida a una senda de renovación.
El Vaticano intervino la orden en 2010 tras las revelaciones de que su fallecido fundador, el reverendo Marcial Maciel, abusó sexualmente de seminaristas y engendró al menos tres hijos con dos mujeres. Se ordenó una reforma, pero el escándalo dañó la credibilidad de los Legionarios y empañó el legado de san Juan Pablo II, que había sido un gran defensor de Maciel.
Desde entonces, varios sacerdotes han abandonado la orden, el número de seminaristas ha bajado y los Legionarios se han visto obligados a cerrar varias escuelas y vender algunos de sus activos de bienes raíces.
El reverendo Aaron Smith, vocero de la orden, declinó dar detalles sobre el caso de Turrión, citando la privacidad de la familia. Confirmó que la madre era adulta cuando concibió al primer hijo de la pareja.
Turrión informó primero a la orden del nacimiento de su hija en marzo, cuando pidió una excedencia y se nombró un nuevo rector. En octubre reveló que había tenido un hijo "hace unos pocos años" con la misma mujer y anunció su intención de abandonar el sacerdocio, según la organización.