Donald Trump y Vladimir Putin
AP
HELSINKI.- Tanto el Presidente estadounidense,
Donald Trump, como el Mandatario ruso,
Vladimir Putin, ansiaban que se realizara el encuentro que tuvo lugar este lunes en
Helsinki, Finlandia, y en donde se abordaron temáticas que en el último tiempo han tensionado la relación entre ambas naciones.
Por primera vez en ocho años, los líderes de ambas naciones participaban en una cumbre bilateral llamada a ser un nuevo comienzo. Sin embargo, aún existen dudas sobre si este encuentro traerá resultados palpables en el futuro.
A juicio de los mandatarios, las conversaciones fueron
"exitosas y muy útiles", pero este diagnóstico no es compartido por todos. Los servicios de inteligencia de Estados Unidos, figuras de los partidos Republicano y Demócrata, y académicos norteamericanos han criticado a los líderes tras la reunión.
El principal foco de cuestionamientos ha sido la forma cómo Donald Trump abordó la denominada "trama rusa", poniendo en duda las conclusiones de la investigación de la presunta injerencia electoral del Kremlin en 2016.
"No hubo injerencia alguna, todo el mundo lo sabe, no conozco a nadie que esté relacionado con la campaña y en realidad tendrán que esforzarse para que encuentren a alguien vinculado a la campaña", señaló el Presidente norteamericano en presencia de su par ruso.
Estos dichos inmediatamente obtuvieron una respuesta por parte del jefe de inteligencia de EE.UU., Dan Coats: "Hemos sido tajantes en nuestras conclusiones de que Rusia interfirió en las elecciones de 2016 y sobre sus esfuerzos perversos, que aún continúan, para socavar nuestra democracia".
Otra de las temáticas que se abordó durante el encuentro fue el conflicto sirio, tópico en el que ambos líderes coincidieron en que deben trabajar en conjunto para obtener una solución.
"Rusia y Estados Unidos pueden asumir el liderazgo en esta cuestión y cooperar para superar la crisis humanitaria", señaló Putin durante la conferencia, dichos que fueron avalados por Trump, quien enfatizó en que los dos países tienen el potencial "de salvar miles de vidas".
En cuanto a Ucrania, después del encuentro se mantienen las diferencias entre los líderes. El Presidente Putin recalcó que "Crimea es un asunto cerrado" para Rusia, fuera de cualquier agenda de negociaciones, y pidió a Trump que influya en el Gobierno ucraniano para que cumpla su parte de los Acuerdos de Minsk para la paz en el este de Ucrania.
"La posición del Presidente Trump sobre Crimea es conocida y la mantiene. Él habla de la ilegalidad de la reunificación de Crimea a Rusia. Nosotros tenemos otro punto de vista. Consideramos que se hizo un referéndum de acuerdo a las leyes internacionales. Para nosotros es una cuestión cerrada", señaló.
En ese sentido, el Mandatario ruso insistió en que son muchos los temas en los que las diferencias entre Moscú y Washington son notorias, pero subrayó que hay ámbitos como la lucha antiterrorista, el desarme nuclear y la seguridad cibernética donde las dos potencias deben cooperar por el bien de todo el mundo.
