SANTIAGO.- Una vistosa
destrucción de 76 vehículos de lujo se llevó a cabo el lunes en la ciudad de Port Irene, en
Filipinas, tras la orden emanada por el propio Presidente
Rodrigo Duterte, como parte de la lucha contra el contrabando y la corrupción que éste encabeza.
La actividad contempló la demolición de 68 automóviles y ocho motocicletas que en total sumaban un avalúo de más de 5,6 millones de dólares. Se trataba de especies que formaban parte de un grupo de 800 vehículos incautados en la provincia de Cayagán.
Así, fue posible ver automóviles de diversas marcas y modelos de lujo como Mercedes Benz, Lamborghini, Mustang y Porsche, los cuales fueron aplastados por una máquina retroexcavadora, todo bajo la atenta mirada del Presidente Duterte.
Durante la ceremonia, el líder filipino explicó que esta lucha contra el contrabando pretende "mostrarle al mundo que tienes un lugar viable para la inversión y los negocios", por lo que es de suma importancia mantener la paz y el orden en la comunidad para que ésta pueda progresar.
"Ustedes saben, antes de que un lugar realmente se pueda desarrollar o convertirse en un lugar viable para los negocios, tienes que establecer primero la ley y el orden", enfatizó.
La actividad es la segunda de este tipo que se lleva a cabo en Filipinas, luego de que en marzo pasado se destruyeran 14 automóviles de lujo que también formaban parte de un cargamento de contrabando.
