KINSHASA.- Un nuevo brote de ébola fue detectado en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC). Este ya suma 22 casos confirmados, la mitad de ellos fallecidos, según los últimos datos difundidos anoche por el Ministerio de Sanidad del país.
El catastro, que resume la situación del ébola en las provincias de Kivu Norte e Ituri, está actualizado hasta el 10 de agosto e indica que se han producido otros 27 fallecimientos sospechosos de ser por ébola, aunque aún no se han confirmado en laboratorio.
En total, las autoridades han detectado 22 casos confirmados de contagio y 27 probables, mientras investiga otros 53.
Este brote de ébola se declaró el pasado 1 de agosto, solo ocho días después de que el ministro de Sanidad, Oly Ilunga proclamase el fin de otro en una provincia ubicada al noroeste.
Pese a lo anterior, las autoridades sanitarias confirmaron que esta nueva epidemia es de la cepa Zaire -la más mortal que existe-, por lo que no tiene relación con la anterior.
El nuevo brote se da, además, en una zona de conflicto frecuentemente golpeada por la violencia de grupos insurgentes.
El Ministerio de Salud congoleño comenzó el miércoles pasado la campaña de vacunación en Kivu Norte, la región más afectada, con un tratamiento experimental. Mientras que ayer visitó la zona el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, para evaluar la situación de primera mano.
"Llamo a todos los actores en conflicto a dar acceso seguro a todos los trabajadores que asisten a las poblaciones afectadas y salvan vidas. El ébola es un peligro para todos", señaló ayer el director de la OMS en Twitter tras su visita.
La enfermedad se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados, causa hemorragias graves y alcanza una tasa de mortalidad del 90%.
