SANTIAGO.- Confirmado este sábado por el Senado para integrar la Corte Suprema de Estados Unidos, el juez Brett Kavanaugh comparte con Donald Trump una característica fundamental: su capacidad de dividir radicalmente a los estadounidenses.
El Senado aprobó este sábado la nominación del juez conservador tras un enredado proceso marcado por acusaciones de abuso sexual contra el magistrado durante su juventud.
Kavanaugh (53), que negó decisivamente esas acusaciones, obtuvo una estrecha mayoría en el Senado -50 votos a favor y 48 en contra- dándole una importante victoria política a Trump, que dejará con una minoría a los jueces progresistas en el máximo órgano de justicia durante muchos años.
El triunfo, logrado tras unas exaltadas tres semanas, no impide que para Kavanaugh el gusto sea agridulce. Él mismo admitió públicamente que las denuncias arruinaron "para siempre" su reputación.
Pese al veredicto favorable de los senadores ante la ausencia de elementos comprometedores en una investigación del FBI -demasiado acelerada según los demócratas-, Kavanaugh seguramente tiene por delante una larga batalla para mejorar su imagen.
Batalla por su imagen
El magistrado deberá convencer, como admitió en un particular artículo el jueves en el Wall Street Journal, que es "imparcial", "dedicado a la Constitución y el bien público", además de "cortés".
Antes de simbolizar la sabiduría que tradicionalmente se asocia a los nueve jueces de la más alta instancia judicial del país, deberá esparcir las dudas que se mantienen desde la histórica audiencia de fines de septiembre, en la que Kavanaugh y su denunciante, Christine Blasey Ford, entregaron sus versiones sobre una noche de fiesta de 1982.
Blasey Ford dijo que ese día el juez la intentó violar. Al negar con arrebato las acusaciones, Kavanaugh se mostró casi a punto de explotar, con la voz entrecortada por los sollozos reprimidos y con una actitud muy agresiva.
Los únicos errores de juventud que aceptó fueron algunas cervezas de más, cuando era un bachiller en los lujosos suburbios de Washington. En la instancia presentó, además, su carrera y trayectoria personal como supuestamente "irreprochable" y adjudicó las acusaciones a un "montaje" político en su contra.
"He dicho cosas que no debería haber dicho. Espero que todos puedan comprender que estaba siendo cuestionado como hijo, marido y padre", explicó esta semana.
Se presentó en ese momento como el candidato perfecto, hablando sobre su honestidad, insistió en sus valores familiares tradicionales y en la fidelidad a su esposa Ashley, con la que tiene dos hijas.
Kavanaugh, nacido en Washington, ha trabajado en el importante tribunal de apelaciones de esa ciudad por más de una década.
"He dicho cosas que no debería haber dicho. Espero que todos puedan comprender que estaba siendo cuestionado como hijo, marido y padre"
Brett Kavanaugh
Comenzó su carrera como secretario de Anthony Kennedy, el magistrado considerado como el voto decisivo en la Corte Suprema, y al cual reemplazará en la suprema.
Se graduó de la prestigiosa Universidad de Yale, donde otra denunciante dijo que él la obligó a tocarle los genitales durante una fiesta también en la década de 1980.
Carrera política
En la década de 1990, Kavanaugh dirigió una investigación sobre el suicidio del asesor de Bill Clinton, Vince Foster, quien fue vinculado con la controversia Whitewater que comenzó como una investigación sobre las inversiones inmobiliarias de la pareja presidencial.
El juez contribuyó de esta forma al informe del fiscal Kenneth Starr sobre el romance de Clinton con la practicante, Monica Lewinsky, en la Casa Blanca, que trazó varios argumentos para el juicio político al ex Mandatario.
El conservador pasó luego a formar parte del equipo legal de George W. Bush que trabajaba en el recuento de votos en el estado de Florida en 2000, que resultó en que el republicano ganara la presidencia.
Luego de que Bush se fuera a vivir a la Casa Blanca en 2001, reclutó a Kavanaugh como asesor legal antes de nombrarlo para la Corte de Apelaciones. Ahí dejó claras sus decisiones conservadoras.
En 2012, el nominado por Trump fue parte de un panel que eliminó una medida de la Agencia de Protección Ambiental destinada a reducir la contaminación del aire en Estados Unidos.
Recientemente expresó su desacuerdo con una decisión judicial que permitió a una adolescente inmigrante realizar un aborto.
Católico devoto, Kavanaugh es activo en varios grupos religiosos y es un apasionado partidario de los derechos de los propietarios de armas. En sus horas libres, entrena un equipo juvenil de baloncesto y apoya al equipo de béisbol Washington Nationals.