La presidenta del partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori llegando a la Sala Penal Nacional ayer, jueves 25 de octubre.
EFE
SANTIAGO.- La audiencia que decidirá sobre el pedido de 36 meses de prisión preventiva que pesa sobre la líder opositora peruana Keiko Fujimori, investigada por presunto lavado de activos, continuará este viernes luego de que se presentaran la acusación fiscal y la réplica de su defensa.
La sesión comenzará hoy a las 10:00 horas local (12:00 horas en Chile), donde se espera la declaración de algunos testigos en la causa sobre los presuntos aportes de la empresa brasileña Odebrecht para la campaña presidencial de 2011 de Keiko.
El juez Richard Concepción Carhuancho dedicó el jueves, segundo día de audiencias, a seguir escuchando al fiscal José Domingo Pérez, quien investiga a Fujimori y otros diez colaboradores del partido Fuerza Popular, y también a oír los argumentos de Giuliana Loza, abogada de Keiko.
Durante el desarrollo de los alegatos, Pérez y Loza discutieron en varios momentos, lo que obligó al juez a llamarlos a la moderación. Al concluir, fue el turno de la ex candidata presidencial, quien cuestionó la objetividad del magistrado Concepción argumentando que él quien dictó su detención preliminar por 10 días.
"Me preocupa que diga lo que diga, haga lo que haga, usted ya tiene una decisión tomada. Esta sensación la tengo desde que dictó la injusta detención en mi contra y cuando rechazó inhibirse. Espero estar equivocada", dijo durante su intervención.
La hija mayor del ex Presidente Alberto Fuijimori cuestionó a la fiscalía por considerar primero el "tremendo despropósito de que (su partido) Fuerza Popular era una organización criminal" y luego variar esa posición por la de que su agrupación "fue infiltrada".
Además, negó haber tenido vínculos con el ex apoderado de la constructora brasileña Odebrecht en Perú, Jorge Barata, a fines de los años 90, cuando era primera dama del régimen de su padre. "Nunca tuve una reunión con él. Es absurdo decir que me haya dado dinero", enfatizó.
Keiko también señaló en repetidas oportunidades que un testigo protegido de la fiscalía "miente" al haber brindado información sobre el presunto manejo irregular de los aportes que recibió su partido en su campaña hacia las elecciones presidenciales de 2011.
Por último, Fujimori insistió en que no pretende dejar Perú y aún posee la esperanza de que se haga justicia en su caso. "No me voy a ir del país. No me fui en el año 2000 cuando cayó el régimen de mi padre y él se fue a Japón (...) No me fugué antes, no me voy a fugar ahora", sentenció.
