SANTIAGO.- El Gobierno griego, liderado por su Primer Ministro Alexis Tsipras, enfrenta un gran escollo, luego de las tensiones generadas por el cambio de nombre de la Antigua República Yugoslava de Macedonia - comúnmente conocida por Macedonia - que ahora pasará a ser reconocida como "República de Macedonia del Norte".
El problema recae en el acuerdo alcanzado entre el gobierno de Tsipras con el de su homólogo macedonio, Zoran Zaev, para lograr este cambio, luego de casi 30 años de disputas provocadas por la similitud del nombre de aquel país con la histórica región griega en la que nació Alejandro Magno.
A pesar de que se logró este acuerdo, que fue aprobado el pasado 11 de enero por el Parlamento macedonio, las divisiones que existen internamente en el Congreso griego son evidentes -ellos deben de ratificar el tratado antes de fin de enero- y no son pocas sus posibles repercusiones.
Falta de consenso
Luego de que en Macedonia se aprobase el cambio de nombre -motivado entre otros para poder unirse a la Unión Europea y la OTAN- , el acuerdo debe ser aprobado por el Parlamento griego. Pero las históricas desavenencias que provoca esta situación dejaron todo a la espera.
La aprobación quedó en "stand by" luego de que renunciase al Gobierno de Tsipras su ministro de Defensa Panos Kammenos, aludiendo a estas diferencias.
"Hubo una cooperación que se prolongó por cuatro años en el gobierno de unidad nacional. Tuvimos éxitos en sacar a nuestro país de los memorandos (rescate económico). Con respecto al tema de Macedonia, no puedo dejar de sacrificar mi puesto, (...), Sobre el tema nacional, esta cooperación no puede continuar. Anel ("Griegos Independientes", partido de derecha) se está retirando del gobierno", comentó a la agencia ANA-MPA.
Una situación que dentro de todo era esperable. El año pasado, el ex ministro ya había confidenciado que un posible acuerdo con el país vecino lo haría alejarse de su cargo. "Si le damos a Skopje (capital de Macedonia), el término de Macedonia y el lenguaje macedonio, esto sería una histórica y monumental derrota para Grecia", aseguró a Skai TV en junio de 2018.
La historia detrás del quiebre se relaciona con las convicciones políticas de cada uno. Kammenos es el líder del movimiento nacionalista Anel, el cual formaba una coalición de Gobierno con Tsipras - líder del partido de izquierda "Syriza" (Coalición de la Izquierda Radical).
Desde que Tsipras asumió el poder en 2015, logró formar una alianza electoral con este partido, lo que le permitió controlar el Parlamento con 162 escaños de 300 posibles. A pesar de que ideológicamente son muy distintos, con opiniones disímiles acerca de temas como la religión o inmigración, se vieron unidos por sus propuestas para paliar la crisis económica griega.
En proceso de una moción de confianza
Luego de la renuncia de Kammenos y del fin de cuatro años de coalición, Tsipras pidió al Parlamento la realización de un voto de confianza al Gobierno. Esto significa que una votación en su contra, podría costarle el cargo. "Iniciamos directamente el proceso de renovar la confianza del Parlamento en el Gobierno para terminar la legislatura", indicó.
En el país helénico esta moción se aprueba con una minoría simple, por lo que se necesita el voto positivo de la mitad más uno de los diputados presentes en la sala, con un quórum mínimo de 120 parlamentarios.
300diputados cuenta el Parlamento griego
Por lo mismo, no pareciera ser mayor la preocupación del Mandatario, ya que Syriza cuenta
en el Congreso con 145 diputados de un total de 300. A ellos se sumarían a otros cuatro representantes de Anel, además de algunos parlamentarios independientes.
De todos modos, la reacción de la oposición liderada por el partido Nueva Democracia - 78 diputados - es clara y buscará frenar el acuerdo, junto con llamar a elecciones anticipadas.
La votación que se realizará este miércoles, ha traído de vuelta las históricas rencillas que genera el nombre del país vecino. En varias ciudades griegas del norte se colocaron carteles donde las personas pedían el rechazo a este acuerdo. "¿Traicionarán nuestra Macedonia?", es el eslogan que se lee, en un conflicto que ahonda en la identidad nacional helénica.