FRANCIA.- El presidente francés Emmanuel Macron instó este martes a una discusión "sin tabúes" al abrir un gran debate nacional para intentar desactivar las protestas de los "chalecos amarillos".
Este debate está "abierto a todos los temas (...) no debe haber tabúes", declaró Macron durante un encuentro con unos 600 alcaldes y representantes locales en Grand Bourgtheroulde, un pequeño pueblo de Normandía (noroeste).
Con este diálogo nacional el Mandatario centrista intenta apagar las manifestaciones de los "chalecos amarillos", un colectivo de franceses que protestan en todo el país desde mediados de noviembre en contra de la política social y fiscal del gobierno, que consideran favorece a los ricos.
"Pienso que podemos convertir este momento que atraviesa Francia en una oportunidad", estimó el presidente de 41 años. "Debemos pedir constantemente a la gente su opinión. No creo que sea tiempo perdido, ni tiempo para detener las reformas porque la gente quiere cambios".
Asimismo reiteró su llamado a poner fin a la "violencia" que ha empañado algunas protestas. "La suma de cóleras nunca ha traído soluciones", apuntó.
Esta reunión marca el inicio de dos meses de diálogo nacional que se estructurará en torno a cuatro grandes temas: la fiscalidad y la acción pública, el funcionamiento del Estado y de las colectividades públicas, la transición ecológica y la democracia.
Durante este primer debate, Emmanuel Macron dejó claro sin embargo que no estaba de acuerdo con la instauración del Referéndum de Iniciativa Ciudadana (RIC), una de las principales reivindicaciones de los "chalecos amarillos".
"Cuando hay una decisión difícil de tomar, a menudo son los representantes los que la toman porque integran las imposiciones. Es raro que se tomen decisiones difíciles por referéndum", insistió el presidente francés.
"Miren lo que viven nuestros amigos británicos", explicó. "El pueblo votó no a partir de falsas informaciones y mentiras. Y sus representantes son incapaces de aplicarlo", añadió, justo cuando el parlamento británico rechazaba rotundamente el acuerdo del Brexit negociado con Bruselas.
Las propuestas recabadas servirán a construir "un nuevo contrato para la nación", explicó el domingo el mandatario en una carta abierta a los franceses, en la que prometió anuncios un mes después del cierre de la consulta.
Sentimiento de abandono
Las autoridades extremaron las medidas de seguridad durante la visita de Macron a Grand Bourgtheroulde, una ciudad de 3.500 habitantes a unos 30 kilómetros de Rouen, donde una manifestación de "chalecos amarillos" el sábado terminó en enfrentamientos con la policía.
Macron, que ha evitado las reuniones públicas desde que fue abucheado durante dos salidas públicas en diciembre, escuchó durante un poco más de dos horas las preocupaciones de una veintena de alcaldes, que hablaron sobre poder adquisitivo, la justicia fiscal, el nivel de las pensiones y la caída de servicios públicos en las zonas rurales.
Varios ediles mencionaron un sentimiento de abandono por parte del Estado en zonas rurales aisladas, con una disminución de los servicios públicos, y un abismo cada vez mayor con París y otras grandes ciudades.
"Nos sentimos como si hubiera una Francia de dos velocidades y nos preguntamos si no estamos en la categoría B", dijo a Macron Jean-Paul Legendre, alcalde de Iville, una ciudad de 500 habitantes cerca de la ciudad de Rouen.