SANTIAGO.- Mientras los ojos de la comunidad internacional se centran en la crisis sociopolítica que vive Venezuela, un poco más al norte, precisamente en El Salvador, se vivió una nueva elección presidencial que llamó la atención por la figura de quien resultó vencedor de los comicios: un joven vendedor de motos de 37 años, de origen palestino y de nombre Nayib Bukele.
Con el 53% de los votos, quien fuera alcalde de la capital San Salvador logró vencer la hegemonía de los dos partidos principales del país y así lo expresó con los resultados en la mano.
"Dijimos que haríamos historia y lo hicimos", dijo ante centenares de salvadoreños que pusieron sus esperanzas en él, varios de ellos "cansados" del rumbo político existente y de los casos de corrupción asociados a sus líderes.
Fin del bipartidismo
La historia electoral del El Salvador de los últimos 30 años ha estado marcada por la alternación entre los gobiernos de derecha de Arena (Alianza Republicana Nacionalista) y del izquierdista FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional), desde que se pusiera fin a la guerra civil (1980-82), en uno de los conflictos más sangrientos de la historia que dejó cerca de 75 mil víctimas.
De hecho, el saliente Mandatario, Salvador Sánchez, es miembro de este último partido y ha sido muy criticado por su gestión. Llegó en 2014 a la presidencia y en el fin de su periodo ha sido catalogado incluso como el peor Presidente de la historia.
¿Las razones? Pocas respuestas a los problemas como la delincuencia, condiciones de vida, corrupción, inseguridad -en una de las naciones con mayor tasa de homicidios-, lo que se suma una cuestionada política económica, donde llegó a subir los impuestos.
Y son en estos puntos en los que Mukele se apoya y promete dar un giro. Es más, una de sus propuestas es instalar una organización similar a la Comisión Internacional contra la Corrupción -que existe en Guatemala- cuyo fin es detener a los acusados de estos casos en el país.
Mukele no es nuevo en el mundo de la política. Él ganó la alcaldía de Nuevo Cuscatlán como parte del FMLN en 2012 y, posteriormente, ellos mismos lo propusieron para ser alcalde de la capital salvadoreña, San Salvador, en 2015.
Eso sí, debido a un conflicto interno con el movimiento de izquierda, Bukele fue expulsado. Por lo que se menciona, una concejal lo denunció por violencia machista en 2017- se dice que el Presidente electo le habría lanzado una manzana y le habría llamado "bruja"- en una reunión.
Lejos del FMLN, Bukele se unió al partido Nuevas Ideas, pero tuvo que enfrentarse a un problema no menor y que podría haber puesto en duda su candidatura, ya que el movimiento no se pudo inscribir de forma oficial como partido, por lo que debió recurrir a la conservadora GANA (Gran Alianza por la Unidad Nacional), para seguir adelante con su objetivo.
Todo un "millennial"
De origen palestino, el empresario -que dejó sus estudios de Derecho para trabajar con la empresa publicitaria de su papá- llamó la atención por su trabajo para captar la atención del votante joven.
En una campaña con gran énfasis en las redes sociales, en la que se restó de los debates televisivos o de hacerse presente en visitas en terreno, fue en Twitter y Facebook donde presentó sus propuestas y lo que lo hizo ser aclamado como el Presidente de los jóvenes, tanto así que él mismo se autodenominó como el candidato "millennial".
Esta política se pensó así por la desconfianza del ahora Presidente electo a los encuentros que se le ofrecían por no ofrecer "ni las mínimas garantías de imparcialidad", solicitando que una cadena televisiva los gestionara, en desmedro de los organizados por particulares.
"De esta manera, los tentáculos de los mismos de siempre no podrán meter mano en la organización del debate. Queremos debatir, pero con garantía de imparcialidad", publicó en Facebook.
"Queremos debatir, pero con garantía de imparcialidad"
Nayib Bukele, Presidente electo de El Salvador
No todo quedó en lo digital. En algunas de sus apariciones públicas, llamó la atención por su particular forma de vestir alejada de los cánones comunes de la política, compareciendo ante los habitantes y la prensa con jeans, chaqueta de cuero, zapatillas deportivas y un jockey, que a veces utilizaba hacia atrás.
Asimismo, el ex alcalde, que está casado con una bailarina de ballet llamada Gabriela Rodríguez, con la que espera su primer hijo, también ha destacado por su aspecto físico, principalmente por su cuidado peinado y una espesa barba.
Bukele asumirá este 1 de junio y, aunque no se sabe si asistirá a la ceremonia de manera formal o con su ropa habitual, sí deberá tener en cuenta que en su periodo hasta 2024, lidiará con una Asamblea Legislativa que está dominada por la oposición y que puede complicar sus objetivos presidenciales.