SANTIAGO.- "¿Cuál es el problema con los árabes? Por Dios, hay también ciudadanos árabes en este país". El reclamo viene de la modelo y conductora de televisión israelí
Rotem Sela, quien reaccionó con furia en sus redes sociales tras las declaraciones de la ministra de Cultura,
Miri Regev, luego de alarmar sobre una posible alianza entre la oposición y los partidos árabes en las elecciones legislativas de este año.
En conversación con el programa "Meet the Press", del Canal 12 de la televisión local, la funcionaria -perteneciente al partido Likud, del Primer Ministro Benjamin Netanyahu- afirmó que, si la alianza encabezada por el líder del partido opositor Resiliencia para Israel, Benny Gantz, triunfa en los comicios del 9 de abril, "tendrá que formar un gobierno con los árabes".
La afirmación, de por sí poco probable, tiene que ver con el gran ascenso que ha tenido la oposición, luego de la alianza entre la colectividad de Gantz con el partido
Yesh Atid del diputado Yair Lapid y con
Telem, liderado por el ex ministro de Defensa Moshe Yaalon. La coalición, llamada
Azul y Blanco, asoma entonces como una alternativa real para desplazar al Likud del Ejecutivo.
La arremetida oficialista fue criticada por Sela, indignada por el trato que se le da a quienes conforman el 20% de la población israelí. "¿Cuándo alguien dirá en este gobierno a la gente que Israel es un Estado de todos sus ciudadanos y que toda la gente fue creada igual? Incluso los árabes -increíble pero es cierto- son seres humanos, y los drusos, y los homosexuales también, así como las lesbianas y -sorpresa- los izquierdistas", escribió en su cuenta de Instagram.
La reacción de la modelo causó ruido en su país y fue respondida por el propio Benjamin Netanyahu: "Israel no es un Estado de todos sus ciudadanos. De acuerdo con la Ley Básica que hemos aprobado, Israel es el Estado Nación del pueblo judío, y solo suyo", indicó, en alusión a la normativa aprobada en 2018, calificada por muchos de racista y que otorga el derecho de autodeterminación solo al pueblo judío y retira el estatus de cooficialidad a la lengua árabe.
"¿Cuándo alguien dirá en este gobierno a la gente que Israel es un Estado de todos sus ciudadanos y que toda la gente fue creada igual?"
Rotem Sela
"Como usted escribió, no hay ningún problema con los ciudadanos árabes de Israel:
todos tienen igualdad de derechos y el Gobierno del Likud ha sido el más comprometido con el sector árabe que cualquier otro Gobierno", afirmó el Premier.
"El Likud solo quería aclarar la cuestión central en estas elecciones: o un gobierno de derechas fuerte encabezado por mí o un gobierno de izquierdas de Yair Lapid y Gantz con el apoyo de los partidos árabes", agregó.
La respuesta de Gal Gadot
Las declaraciones de Netanyahu no hicieron más que aumentar la polémica. Ahora, quien se sumó a la discusión fue la actriz Gal Gadot, una de las figuras israelíes más populares a nivel mundial en la actualidad, principalmente por su rol protagónico en la película "Mujer Maravilla".
"Ama a tu prójimo como a ti mismo", escribió la artista en su cuenta de Instagram el domingo en la noche, en apoyo las palabras de Rotem Sela.
"No es un tema de derecha o de izquierda, judío o árabe, laico o religioso. Es un tema de diálogo, de diálogo por la paz y la seguridad, y de tolerancia de unos con otros"
Gal Gadot
En este sentido, agregó que "no es un tema de derecha o de izquierda, judío o árabe, laico o religioso.
Es un tema de diálogo, de diálogo por la paz y la seguridad, y de tolerancia de unos con otros".
La irrupción de estas celebridades aviva un debate que no sólo se centra en el territorio israelí, sino que también en otras partes del mundo. Ya son varios los artistas que han criticado duramente al Gobierno de Netanyahu y se han sumado a la campaña BDS -boicot y sanciones a Israel-, siendo el músico Roger Waters una de sus caras más visibles.
Pero en el ambiente político internacional el conflicto árabe-israelí también es tema recurrente. Este es el caso de Estados Unidos, donde las recientes declaraciones de la congresista musulmana Ilhan Omar sobre la política del Ejecutivo de Netanyahu con las comunidades palestinas ha dividido a su partido, el Demócrata, respecto de la postura que debería tomar el país norteamericano en este tema, e incluso le han valido ser acusada de antisemita.
Por otro lado, Gal Gadot y Rotem Sela no son las primeras figuras israelíes que deslizan críticas a la política del Likud. En 2018 fue el turno de la destacada actriz
Natalie Portman, nacida en Jerusalén, quien rechazó asistir a la ceremonia de los premios Genesis en esa ciudad porque
"no quería aparecer respaldando a Benjamin Netanyahu, quien iba a dar un discurso en la ceremonia".
"Al igual que muchos israelíes y judíos de todo el mundo, puedo criticar el liderazgo en Israel pero eso no significa que quiera boicotear a toda la nación", explicó la ganadora del Oscar.