La investigación federal contra Michael Cohen, el ex abogado de Donald Trump, comenzó antes de lo que se pensaba hasta ahora, pues en julio de 2017 el FBI ya había obtenido autorización para acceder a sus correos electrónicos.
Así lo señalan documentos publicados este martes, que muestran que las autoridades de Estados Unidos ya estaban tras la pista de Cohen apenas seis meses después de que Trump asumiese la Presidencia.
Las pesquisas salieron a la luz meses después, en abril de 2018, cuando el FBI registró la oficina, el departamento y una habitación de hotel del letrado.
Los documentos desvelados este martes están vinculados a esos registros e incluyen la orden judicial obtenida por los investigadores para poder llevarlos a cabo. Un
juez federal de Nueva York dio luz verde este lunes a su publicación - con numerosos datos ocultos para proteger información personal- en respuesta a una solicitud de varios medios de comunicación, a la que se había opuesto el Gobierno.
Los documentos muestran que el equipo del fiscal Robert Mueller, que encabeza las pesquisas de la llamada trama rusa, obtuvo a mediados de 2017 permiso para acceder a correos electrónicos que Cohen había enviado y recibido desde enero de 2016.
Posteriormente, en febrero de 2018, la oficina de Mueller trasladó la investigación a la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, que fue la que finalmente actuó contra Cohen.
El letrado terminó declarándose culpable en agosto del año pasado de varios delitos, entre ellos el de violar las normas de financiación de campañas electorales por comprar el silencio de mujeres que tuvieron supuestas relaciones con el ahora Presidente de EE.UU.
En diciembre, el que fuera durante muchos años abogado personal de Trump fue condenado a 3 años de cárcel, por ese y otros cargos como los de evasión de impuestos y mentir a las autoridades.
En los últimos meses, Cohen ha acusado repetidamente a Trump de haberle ordenado cometer delitos, entre ellos los pagos a dos mujeres. Además, en una reciente comparecencia ante el Congreso, aseguró que Trump conocía que uno de sus colaboradores estaba en contacto con Wikileaks para perjudicar a su entonces rival por las presidenciales, Hillary Clinton.