La polémica decisión que el Presidente de Brasil,
Jair Bolsonaro, tomó para festejar el aniversario número 55 del golpe de Estado de 1964 en aquel país, comenzó a materializarse a pesar de las variadas críticas de diversas instituciones y de la sociedad civil.
Este viernes se dio el puntapié inicial con la presencia del comandante del Ejército, Edson Leal Pujol, en los actos conmemorativos que seguirán hasta el 31 de marzo, día del golpe que dio inicio a una dictadura militar en el país sudamericano.
En esta ocasión, el militar hizo lectura de la Orden del Día, tras la determinación de Bolsonaro, que contó con la firma de varios miembros de las Fuerzas Armadas y del ministro de Defensa, Fernando Azevedo e Silva.
Según G1, un extracto del documento leído mencionaba que "las Fuerzas Armadas participan en la historia de nuestra gente, siempre alineados con sus legítimas aspiraciones. El 31 de marzo de 1964 fue un episodio simbólico de esa identificación".
En el inicio de la conmemoración, que tuvo una duración de 30 minutos, se cantó el himno nacional y se procedió a un desfile de las tropas.
El jueves, la diputada oficialista Joice Hasselmann anunció en Twitter que "a partir de este año, Brasil conmemorará el aniversario del 31 de marzo de 1964", siguiendo la línea del nuevo Gobierno de Jair Bolsonaro, quien ha defendido públicamente la dictadura militar brasileña.
Al mismo tiempo, el vocero del Gobierno, Otavio Rego Barros, declaró que la medida comunicada por el Ministerio de Defensa tenía como motivo ordenar la realización de las "conmemoraciones correspondientes" por los 55 años del golpe militar.
La dictadura en Brasil tuvo una duración de 21 años y comenzó con la insurrección militar en contra del Gobierno de Joao Goulart.