Este sábado los "chalecos amarillos" volvieron a salir a la calle en las principales ciudades francesas en una protesta que nuevamente congregó a multitudes y se desarrolló sin incidentes.
En cuanto a participación, las autoridades confirmaron 6.300 manifestantes en toda Francia hasta las 14.00 horas, mientras que el anterior sábado fueron 5.600 los participantes.
En París hubo 3.100 asistentes, mientras que el sábado 30 de marzo fueron 1.800 los que secundaron la convocatoria. En la capital dos marchas fueron autorizadas, una de ellas entre la plaza de la República y La Défense, desarrollada de forma totalmente pacífica. Sin embargo,
la Prefectura de la Policía París ha informado de 21 detenidos, mientras que en Ruan se produjeron algunos disturbios. Igualmente hubo protestas en Burdeos y Lille.
La manifestación de este sábado estuvo marcada a nivel político institucional por el 'grand débat', la respuesta del Presidente Emmanuel Macron a la contestación de los "chalecos amarillos".
En tanto, el primer ministro, Edouard Philippe, presentará este lunes los resultados de dos meses de asambleas municipales y foros en Internet para proponer reformas políticas.
Las movilizaciones de los "chalecos amarillos" comenzaron en noviembre para protestar contra la subida de los impuestos al diésel y en diciembre alcanzaron su punto álgido con las protestas contra la represión de las manifestaciones hasta el punto que el Presidente francés, Emmanuel Macron, anunció un paquete de medias económicas para mejorar las condiciones de vida de la clase media y trabajadora.