El hombre fuerte del Gobierno italiano y hoy en camino a ser un referente de la ultraderecha en el mundo, Matteo Salvini, lanzó este lunes en Milán su proyecto de alianza soberanista de cara a las elecciones europeas de mayo próximo.
Ministro del Interior y titular de la Liga italiana, Salvini busca seducir a los partidos euroescépticos de extrema derecha de la Unión Europea (UE) para que se unan en un único grupo parlamentario y se conviertan en la fuerza más votada.
Su intención, claro, es erigirse como líder y hacerlo desde Italia, país que ya ha conquistado con su retórica populista. Su discurso contra la inmigración ilegal y a favor del euroescepticismo han calado en el electorado italiano y ahora, también, se proponen conquistar las instituciones europeas.
Los sondeos le dan actualmente a la Liga una intención de voto superior al 30% en los comicios europeos, convirtiéndose en el partido más votado. "La noticia es que estamos ampliando la familia, estamos
trabajando para un nuevo sueño europeo. Hoy en día para muchos ciudadanos y para muchas personas Europa representa una pesadilla y no un sueño", dijo "il capitano", como lo llaman sus partidarios.
En una conferencia de prensa junto a Jörg Meuthen, del partido Alternativa para Alemania (AfD), Olli Kotro, de Verdaderos Finlandeses, y Anders Vistisen, del Partido Popular Danés, el viceprimerministro italiano criticó a la alianza de demócratas cristianos y socialistas que lideran el Legislativo comunitario, por ser los responsables de "la pobreza, la incertidumbre, los litigios y la inseguridad" que reinan en el continente.
"El sueño europeo ha sido sofocado por los burócratas, los banqueros, los bienpensantes que han gobernado Europa durante mucho tiempo", lamentó y confirmó que el 18 de mayo se realizará una reunión entre ultraderechistas. Esta vez, aseguró, participarán otros líderes de la región que hoy estuvieron ausentes, como la ex candidata presidencial francesa, Marine Le Pen. "El objetivo es llegar a ser el primer grupo europeo, el más numeroso. Tenemos el objetivo de ganar y cambiar Europa", aseveró.
Partidos y bloques ultraderechistas europeos
Sin embargo, esta colectividad, que adquiriría el nombre de Alianza Europea de los Pueblos y las Naciones (AEPN), aún tiene un futuro incierto. Pese a las obvias similitudes que los unen - euroescepticismo, antiinmigración y rechazo a la izquierda multicultural -, los soberanistas europeos son profundamente diferentes entre ellos.
Actualmente, en la Eurocámara hay tres grupos de extrema-derecha. El primero de ellos es Europa de las Naciones y las Libertades (ENL), en el que milita, entre otros, la Liga italiana de Salvini; el francés Reagrupación Nacional (RN), de Le Pen, y el Partido de la Libertad (FPOe), parte del Gobierno de Austria y encabezado por Heinz-Christian Strache, vicecanciller conocido por su pasado en círculos neonazis. Pese a que los dos últimos no participaron del acto en Milán, sí confirmaron su cooperación con la Liga.
Por otro lado se encuentra la coalición
Europa de la Libertad y la Democracia Directa (ELDD), marcada por la presencia del alemán AfD. Ellos también se han unido al nuevo bloque partidario, sin embargo, más adelante su ideal adepto a la economía de mercado podría chocar directamente con la política que busca implementar RN, cuya visión económica es esencialmente proteccionista.
Por último está el grupo Conservadores y Reformistas Europeos (CRE), que se posiciona actualmente como el tercero más importante del Parlamento Europeo. En él participan, entre otros, el Partido Popular Danés y el Verdaderos Finlandeses, que ya aprobaron formar parte de la nueva alianza.
Sin embargo, el principal partido de este conglomerado es el ultraconservador Ley y Justicia (PiS), que gobierna Polonia desde 2015, y que ya advirtió que no se unirá a la iniciativa de Salvini. "Más importante que crear una gran grupo es crear una unidad de programa", señaló a Efe el eurodiputado del PiS, Zdzislaw Krasnodebski.
Otros referentes
La colectividad polaca ha puesto todas sus fichas en incorporar a sus filas a Vox, el ascendente ultranacionalista de España que se presentará por primera vez a las elecciones europeas, luego de que lograra posicionarse con su ingreso al parlamento de Andalucía. Además de programas políticos similares, "también valoramos mucho las relaciones con Rusia a la hora de elegir a nuestros compañeros de grupo", sostuvo Krasnodebski.
Y es que los nacionalistas polacos y los finlandeses no ven con buenos ojos los elogios que Le Pen y el propio ministro italiano le han propiciado al jefe del Kremlin, Vladimir Putin.
Al mismo tiempo, la Liga y PiS, dos defensores de las
raíces cristianas de Europa, aunque coinciden entre ellos discrepan radicalmente en temas de religión con los franceses de RN, que consideran el
laicismo como una prioridad a la hora de hacer política.
Si bien no pertenece a ninguno de estos grades grupos, Fidesz, el partido del Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, también jugará un rol vital en el impulso que adquiera el nuevo bloque ultra. Orbán se ha convertido en el otro gran referente del populismo de derecha en el continente y ha generado halagos por su discurso antiinmigrante en sectores afines.
Actualmente su colectividad forma parte del conglomerado mayoritario en la UE, el Partido Popular Europeo (PPE, centroderecha), no obstante, hace solo algunas semanas fue suspendida a raíz de una campaña publicitaria del Gobierno húngaro que sugirió una conspiración entre el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker - también miembro del PPE - y el multimillonario George Soros, para facilitar la entrada de migrantes en la UE.
Al borde de la expulsión, Fidesz logró superar la tensión con sus aliados y decidió mantener su respaldo electoral al PPE para las próximas elecciones. No obstante, nada descarta que, una vez pasados los comicios, los húngaros respalden las políticas que proponga el nuevo bloque ultranacionalista. Especialmente porque Orbán no oculta su admiración por Salvini, a quien ha descrito como "mi héroe y mi compañero de destino".
Pese a las dificultades, el ministro del Interior italiano es optimista. Admite las diferencias, pero está confiado en su posibilidad de surgir como la gran figura de un grupo europeo de ultraderecha populista. "Formamos parte de familias políticas distintas (...) Pero lo importante es que estamos alargando las alianzas, estamos trabajando para hacer realidad un nuevo sueño europeo, aunque para algunos en Bruselas sea una pesadilla", sentenció.