Al menos 14 niños murieron en una explosión ocurrida en la capital de Yemen, Saná, que también causó 16 heridos, según informó el Fondo de Naciones Unidas para la infancia, Unicef.
La coordinadora de Asuntos humanitarios de la ONU para Yemen, Lise Grande, había proporcionado un balance previo de 11 civiles muertos, entre ellos cinco menores.
En un comunicado, Unicef subrayó que entre los niños heridos hay algunos en estado "crítico", por lo que el balance de víctimas mortales podría aumentar. "El hecho se produjo cerca de dos escuelas", indicó la Unicef sin precisar la causa de la explosión registrada el domingo.
Era casi la hora del almuerzo y los alumnos estaban en clase. La explosión destrozó las ventanas y provocó una ráfaga de metralla y cristales rotos dentro de las aulas, relató la misma entidad.
"Ni siquiera las escuelas son seguras (...) Es difícil imaginar el tremendo horror que estos niños experimentaron y el terrible horror y culpa que los padres pudieron sentir por haber hecho aquello a lo que cualquier padre aspira: enviar a sus hijos a la escuela", afirmó el director regional de Unicef para Oriente Próximo y el Norte de África, Geert Cappelaere, según consigna Europa Press.
El gobierno yemení respaldado por Arabia Saudita lleva combatiendo a los rebeldes hutíes, aliados de Irán, desde 2014, en una guerra que ha provocado una de las peores crisis humanitarias del mundo. La guerra se intensificó en marzo de 2015 cuando una coalición militar liderada por los sauditas intervino contra los rebeldes.
Según la Organización Mundial de la Salud, más de 10.000 personas, en su mayoría civiles, han muerto y más de 60.000 resultaron heridas desde que la coalición entró en el conflicto.
Pero los números exactos no se conocen y algunas ONGs u organizaciones humanitarias advierten que es probable que el número de fallecidos sea significativamente más alto, como Acción contra el Hambre, que sitúa las víctimas fatales en más de 57.000.
"Una de cada cinco escuelas ya no puede utilizarse como resultado directo del conflicto. Algunas debido a ataques directos, y otras porque ahora se usan con fines militares", criticó Cappelaere. Desde el principio de 2019, más de 400 niños han muerto y han resultado heridos de gravedad.
