La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió a las nuevas autoridades sudanesas que tengan en cuenta la orden de arresto internacional que pesa contra el depuesto dictador Omar Hasán Al Bashir para su entrega ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) por múltiples cargos de genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Asimismo, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, instó este viernes a las nuevas autoridades militares sudanesas que se abstengan de usar la fuerza contra los manifestantes y cumplan los compromisos internacionales adoptados por el país para la protección de los Derechos Humanos durante este "crucial" periodo tras el golpe de estado.
"Estamos en un momento muy crítico y volátil, marcado por una
profunda incertidumbre y por la inquietud sobre el futuro", manifestó la ex Presidenta.
"Estamos siguiendo de cerca los acontecimientos y pedimos a las autoridades que se abstengan de usar la fuerza contra los manifestantes pacíficos y que garanticen que las fuerzas de seguridad y las autoridades judiciales actúan de total conformidad con el estado de derecho y las obligaciones internacionales de Sudán hacia los derechos humanos", añadió.
"La crisis en Sudán tiene sus raíces en los reclamos de derechos humanos: económicos, sociales, civiles y políticos. La solución también debe basarse en los derechos humanos", declaró la Alta Comisionada.
"Y pido al Gobierno que aborde las demandas de la gente. Es necesario que haya un esfuerzo concertado, con la participación significativa de la sociedad civil, y trabajar para resolver estas demandas", agregó.
Manifestaciones
Un total de 13 manifestantes murieron el jueves por disparos de las fuerzas del régimen durante la jornada del golpe de Estado contra al Bashir, según informó el Comité de Doctores de Sudán.
En su cuenta de Twitter, la organización médica contó que en Jartum murieron dos manifestantes, uno en la sentada de protesta ante el Ministerio de Defensa y el segundo en la zona de Shambat. Además, un manifestante murió por disparos en la ciudad de Atbara, dos en Wad Madani y ocho en la ciudad de Zalingei, en el centro de la región de Darfur.
Los médicos indicaron que los manifestantes murieron porque las fuerzas del régimen dispararon a los participantes en las protestas en el abdomen, el pecho y la cabeza.
La cifra de muertos del jueves, el día en que Al Bashir fue derrocado y arrestado e Ibn Auf se alzó con el poder al frente de una junta militar, eleva a 35 fallecidos el balance desde el inicio de la sentada de protesta ante la sede del Ministerio de Defensa en Jartum.