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Mike Pompeo, el "halcón" de la política exterior de Trump que se encuentra de visita en Chile

Conservador de línea dura y ex director de la CIA, el secretario de Estado inicia su gira por Sudamérica en Santiago, marcado por las preocupaciones de EE.UU. por la crisis venezolana y la creciente presencia China y Rusa en el continente.

12 de Abril de 2019 | 10:07 | Redactado por Valentina Salvo U., Emol
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Reuters (archivo)
Fiel aliado de Donald Trump y un republicano de línea dura. Así es el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, quien llegó este viernes por primera vez a territorio chileno para reunirse con el Presidente Sebastián Piñera, y tratar una amplia agenda agenda, marcada por la crisis en Venezuela.

Antiguo oficial de caballería, empresario y congresista conservador de 54 años, visita Santiago a pocos días de que cumpla un año desde que asumió sus gestiones como el titular de la diplomacia estadounidense. El 26 de abril de 2016, Pompeo fue confirmado por el Congreso para sustituir al multimillonario ejecutivo petrolero, Rex Tillerson, y lo hizo asumiendo un desafío en específico: las relaciones con Corea del Norte.

Sin embargo, desde entonces, las temáticas de las cuales ha debido hacerse cargo respecto a la política exterior del país han variado y el foco de su atención se ha cambiado de continente, arribando de lleno a Sudamérica.

Experiencia militar y en inteligencia

Oriundo de la ciudad de Orange en el Estado de California, se graduó con honores de la academia militar West Point y luego estudió derecho en la Universidad de Harvard. Fue miembro de la facción ultraconservadora del Partido Republicano, conocida como Tea Party, y en 2011 resultó elegido para la Cámara de Representantes por el estado de Kansas.

Como congresista se mantuvo opinando constantemente sobre temáticas de política exterior, criticando duramente el acuerdo nuclear del Gobierno de Barack Obama con Irán y defendiendo implacablemente el centro de detención estadounidense de Guantánamo, en Cuba.

Según consigna BBC Mundo, en una ocasión Pompeo defendió a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) tras publicarse un informe de un comité del Senado en el que se detallaban prácticas de interrogatorio catalogadas de tortura. "Estos hombres y mujeres no son torturadores, son patriotas", dijo.

Por ello, no es de extrañar que en enero de 2017, con el inicio de la administración actual, Pompeo fuera nombrado como director de la CIA. En dicho rol mantuvo las relaciones entre los servicios de inteligencia y Trump en un punto de equilibrio, pese a las constantes críticas del Mandatario a estas instituciones, y logró forjar un vínculo especial con el inquilino de la Casa Blanca.

Su amplia experiencia en asuntos de inteligencia, de seguridad nacional y aspectos militares, sumada a su imagen de "halcón", hizo que lograra consolidar su relación con el presidente y que éste le confiara las relaciones con Corea del Norte, uno de los temas más espinosos en ese momento.

Tanto así que, aún como director de la CIA, viajó en secreto hasta Pyongyang y se reunió con Kim Jong-un, como una previa de la cumbre que mantendrían el líder norcoreano y el Mandatario de EE.UU. Poco después, Pompeo fue confirmado como secretario de Estado.

El "halcón" de la política exterior

Como jefe de la diplomacia estadounidense, en la primera parte de su gestión, Pompeo se enfocó principalmente en Corea del Norte. Las relaciones entre el país asiático y el norteamericano pasaban por un momento de gran tensión, a raíz de los intentos estadounidenses por que se concretara la desnuclearización del régimen. Con Pompeo a la cabeza, los diálogos lograron alcanzar un punto de calma, que incluso llevó a las dos naciones a concretar el encuentro entre Trump y Kim en Singapur.

Sin embargo, durante los últimos meses, los esfuerzos de diplomático no han tenido resultados y los intercambios volvieron a foja cero. El último episodio de tensión se evidenció en Hanói, Vietnam, cuando la segunda cita bilateral entre los dos jefes de Estado terminó de forma abrupta debido sus diferencias.

Sin embargo, la agenda de Pompeo ha pasado a estar abocada a otras temáticas. A él se le atribuye el cambio en la política estadounidense respecto al conflicto con Irán y la escalada en la retórica contra el país de Medio Oriente. La más reciente embestida se dio a conocer este lunes, cuando EE.UU. determinó que declarará a la Guardia Revolucionaria de Irán, cuerpo militar de élite de esa nación, como una "organización terrorista extranjera".

Ahora, el secretario de Estado tiene los ojos puestos en la crisis venezolana, especialmente en por la creciente presencia de Rusia y China en la región. Es precisamente en este contexto que se realiza su gira por Chile, Paraguay, Perú y Colombia, una visita que el propio Pompeo ha declarado como "histórica".

"No creo que haya ninguna duda de que (...) el régimen de Maduro representa una amenaza para Estados Unidos", dijo Pompeo en una audiencia en el Congreso el miércoles recién pasado. "Claramente, es (...) una verdadera amenaza para Estados Unidos", insistió.

Tras su paso por Chile y luego por Paraguay, está previsto que el secretario de Estado viaje el domingo a Cúcuta. La ciudad fronteriza colombiana se ha transformado en símbolo de la crisis venezolana, tras los fallidos intentos de ingreso de ayuda humanitaria impulsados por Juan Guaidó, presidente "encargado" de ese país.

Estados Unidos está entre los más de 50 países que han reconocido al líder opositor como presidente interino e impuso sanciones contra Maduro y funcionarios gubernamentales.
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