Mike Pompeo (izquierda) y Sergei Lavrov (derecha).
Agencias
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, discutirá la próxima semana la situación en Venezuela con su homólogo de Rusia, Sergei Lavrov, con quien coincidirá en una reunión en Finlandia, informó el jueves un funcionario estadounidense.
Según dijo, el secretario de Estado estadounidense y el ministro de Relaciones Exteriores ruso analizarán una serie de temas que son motivo de tensiones entre las potencias rivales cuando se encuentren en una reunión del Consejo Ártico, que comenzará el lunes en la ciudad de Rovaniemi, en el norte de Finlandia.
"Esperaría que el secretario y él (Lavrov) tengan la oportunidad, obviamente, de hablar", dijo el funcionario a periodistas bajo condición de anonimato.
"Cuando tengan la oportunidad de reunirse, podrán repasar una gran diversidad de cuestiones, incluyendo nuestras preocupaciones sobre el comportamiento de Rusia en Ucrania y, ciertamente, en Venezuela", agregó.
Lavrov y Pompeo tuvieron una tensa llamada telefónica el miércoles sobre Venezuela, donde Estados Unidos apoya los esfuerzos del jefe parlamentario Juan Guaidó, a quien reconoce como presidente interino, para forzar la salida del mandatario Nicolás Maduro, un aliado de Moscú.
Pompeo le dijo a Lavrov que el respaldo de Rusia a Maduro, cuya reelección el año pasado fue considerada fraudulenta por buena parte de la comunidad internacional, es "desestabilizadora para Venezuela y para la relación bilateral entre Estados Unidos y Rusia".
Lavrov, a su vez, denunció la "influencia destructiva" de Estados Unidos, señalando que "la injerencia de Washington en los asuntos de Venezuela" es "una violación flagrante del derecho internacional".
Estados Unidos y sus aliados europeos han estado imponiendo sanciones a Rusia desde su toma de posesión de Crimea en 2014, y el apoyo continuo de Moscú a los separatistas en Ucrania se ha convertido en una importante fuente de tensión.
Por otra parte, el encuentro de Pompeo con Lavrov tendría lugar después de que se divulgara en Estados Unidos una investigación del fiscal especial Robert Mueller, quien dijo que Rusia trabajó intensamente para intentar influir en las elecciones de 2016 en Estados Unidos para favorecer al Presidente Donald Trump.
