La justicia venezolana ordenó este jueves capturar al opositor Leopoldo López, quien se encuentra en la residencia del embajador español, Jesús Silva, luego de haber burlado el martes el arresto domiciliario.
A López, que apoyó el martes en las calles de Caracas un efímero levantamiento militar contra el Gobierno de Nicolás Maduro, se le revocó la medida de detención domiciliaria "por violarla flagrantemente", dice una nota de prensa difundida por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
La alta corte señala que el opositor, privado de libertad desde 2014 y sentenciado a casi 14 años, también violó "la medida referida a la condición relativa a pronunciamientos políticos por medios (de comunicación) convencionales y no convencionales, nacionales e internacionales, demostrando con ello la no sujeción a las medidas".
"En vista de lo señalado, el juzgado en su decisión libra orden de aprehensión dirigida al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en contra del ciudadano Leopoldo López", reza el texto.
El tribunal ordena además que López continúe cumpliendo su pena -de la que ya ha cumplido cinco años, dos meses y doce días- en la cárcel militar de Ramo Verde, donde estuvo recluido hasta mediados de 2017.
La vivienda de López fue allanada y robada por varios sujetos a quienes diversos testigos identificaron como miembros de Sebin.
"Fue el Sebin, el Sebin de los malos porque hay sebines patriotas que quieren la libertad de Venezuela", dijo Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, a Efe y TVE, al entrar a su domicilio por primera vez para revisar los desperfectos.
Tintori y López se encuentran en la residencia del embajador de España en Caracas, donde han sido acogidos, si bien no han solicitado asilo político.
López fue liberado el martes por un grupo de militares y funcionarios del Sebin que se habían unido al jefe del Parlamento,
Juan Guaidó, reconocido por 54 países como presidente interino.
Junto a Guaidó, participó en un levantamiento militar junto a cerca de 40 militares que se dirigieron a la base aérea La Carlota, que volvió a prender la mecha de las manifestaciones opositoras en Venezuela.