El Papa Francisco reconoció en una entrevista que las preguntas de los periodistas hechas al término de su controvertido viaje a Chile en 2018 le permitieron entender la verdadera dimensión del fenómeno de los abusos sexuales por parte del clero en el país.
En conversación con el canal mexicano Televisa, Francisco confesó que el diálogo con los medios, como el previsto en el vuelo de regreso, "me ha ayudado", dijo.
"Alguna pregunta me ha hecho pensar, ¿no? Sobre todo en el viaje de Chile,
me di cuenta de que la información que tenía no era lo que yo había visto. Y creo que en gran parte fue alguna de las preguntas hechas con mucha educación en el viaje de vuelta que me ha hecho bastante pensar", confesó.
"Finalmente cuando llegué acá pensé, recé, pedí consejo y decidí mandar un visitador apostólico, el cual destapó lo que yo no sabía. Fue una ayuda, yo me siento ayudado con eso", explicó.
El caso estalló en enero de 2018 durante una polémica visita del Papa a Chile que lo obligó en abril de ese año a reconocer que se había equivocado al defender públicamente al obispo Juan Barros, acusado por las víctimas de encubrir los abusos sexuales cometidos por el ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima.
Francisco envió luego una carta a los obispos chilenos en forma de mea culpa en la que reconocía "errores de apreciación" sobre el escándalo en la iglesia de Chile, un gesto considerado de gran humildad.
Después de haber escuchado a las víctimas, el Pontífice convocó a todos los obispos chilenos al Vaticano en mayo de 2018 para tres días de introspección
tras los cuales todos los obispos dimitieron.
Desde entonces el Papa ha aceptado siete de esas dimisiones. Este año recibió a cinco prelados chilenos en el Vaticano y aceptó en marzo la renuncia al arzobispado de Santiago del cardenal Ricardo Ezzati, el más alto dignatario de la Iglesia católica en el país.