Los salvadoreños tomaban precauciones este jueves tras un sismo de magnitud 6,6 que sacudió a todo el país, sin que de momento se reporten víctimas o daños materiales, en medio de temores a réplicas.
El Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS) situó en 6,6 la magnitud del movimiento y lo ubicó unos 40 kilómetros al sur de San Salvador, la capital, a una profundidad de 64 kilómetros.
Por su lado, el Ministerio de Medio Ambiente (Marn) de El Salvador dio cuenta de un movimiento de magnitud 6,8 que se registró a las 03:03 horas (05:03 en Chile) con epicentro 66 kilómetros al sur de la playa Mizata, en la costa del océano Pacífico del departamento de La Libertad, a profundidad focal de 48 kilómetros.
Tras el terremoto, el Marn emitió una alerta de tsunami para la costa del Pacífico, aunque la titular de esa cartera, Lina Pohl, dijo que la misma fue emitida "por protocolo". En efecto, el Pacific Tsunami Warning Center de Estados Unidos no emitió alerta alguna.
Protección Civil señaló en su cuenta de Twitter que "no ha habido afectaciones graves ni generalizadas", tras un rastrillaje por el territorio.
El Presidente electo, Nayib Bukele, aseguró en Twitter que el terremoto fue sentido "en el 100% del territorio nacional".
El sismo ocurre cuando el país se prepara para el cambio de gobierno, pues Bukele asume el sábado, y en momentos en que Protección Civil mantiene una alerta en todo el territorio debido a las lluvias que se registran desde hace varios días.
Tomando precauciones
En esa línea, el Ministerio de Educación anunció la suspensión de las clases en las escuelas ubicadas en la zona costera como medida preventiva.
En la ciudad del Puerto de La Libertad, 35 kilómetros al sur de San Salvador, las autoridades municipales y de Protección Civil decidieron, en forma preventiva, evacuar a varias familias que viven cerca de la zona de playa ante un eventual tsunami.
"Llamamos a la calma a la población, que estén atentos a las indicaciones de las autoridades y tomen las precauciones debidas", sostuvo Pohl.
El sismo, según las autoridades salvadoreñas, se habría sentido también en Guatemala, Honduras, Nicaragua y hasta en Costa Rica.