La llegada del Presidente de EE.UU.,
Donald Trump, a Londres, no fue completamente tranquila. Se esperaba que en el transcurso de esta jornada se reuniera con la Primera Ministra,
Theresa May, y además, almorzara con la
Reina Isabel II en el
Palacio de Buckingham. Pero su desembarco en suelo británico permitió recordar sus disputas con el alcalde londinense,
Sadiq Khan, luego de que el Mandatario emprendiera un intercambio de comentarios poco novedosos entre ambos.
"Se mire por donde se mire, Sadiq Khan ha hecho un trabajo terrible como alcalde de Londres, ha sido 'desagradable' con el Presidente de Estados Unidos, de lejos el aliado más importante del Reino Unido", fueron las palabras del Presidente en su cuenta de Twitter al llegar a Inglaterra, a lo que agregó que le recuerda "muchísimo a nuestro muy tonto e incompetente alcalde de Nueva York (Bill) de Blasio".
Ahora bien, el comentario del norteamericano -en respuesta a los dichos de Khan, quien comparó en "The Observer" el lenguaje del Mandatario para movilizar a sus seguidores con el "de los fascistas del siglo XX"- se puede entender como un nuevo capítulo en las rencillas entre ambos líderes, que se remontan hacia 2015, cuando el actual Presidente, quien ahora llamó de "perdedor" y "desagradable" al alcalde, buscaba llegar a la Casa Blanca.
Polémica religiosa
Desde que comenzó su campaña presidencial, Donald Trump puso como uno de sus estandartes el control migratorio y ha puesto en evidencia varias ideas y consignas para evitar el paso de posibles "terroristas" o "delincuentes" desde el extranjero.
Tras los atentados ocurridos en noviembre de 2015 en París, cuando atacantes suicidas islamistas asesinaron a más de 130 personas, Trump dio muestra firme de sus intenciones y exigió que se evitara el paso de musulmanes a Estados Unidos. Su idea la reafirmó un mes después cuando clamó por un "cierre total" a las personas que siguen esta religión, luego de un ataque en California que dejó 16 fallecidos.
Sus opiniones en contra de la religión musulmana podrían considerarse como el principal factor de tensión entre los líderes, ya que Sadiq Khan -hijo de padres paquistaníes y elegido como alcalde de Londres en 2016- profesa este credo.
Y sus sentimientos hacia Trump, incluso antes de que asumiera como Presidente, se hicieron notar.
"Quiero ir a EE.UU. para reunirme con los alcaldes estadounidenses y relacionarme con ellos. Si Trump se convierte en Mandatario, se me impedirá ir en virtud de mi fe, lo que significa que no podré reunirme con los alcaldes e intercambiar ideas", dijo Khan en mayo de 2016, pocos días después de asumir.
Posteriormente, el alcalde agregó que Trump sostiene "ignorantes puntos de vista sobre el Islam" e hizo público su apoyo a la candidata Hillary Clinton en las elecciones estadounidenses de ese año.
Ante esto, el multimillonario calificó a Khan de "ignorante", lo desafió a una prueba de inteligencia y dijo que "él no me conoce, no se ha reunido conmigo", señalando que sus declaraciones fueron "groseras" y que las iba a "recordar".
Polémicas constantes
Con Trump a la cabeza de la Casa Blanca, las disputas se mantuvieron y tuvieron un nuevo punto álgido tras los atentados terroristas de Londres en 2017, cuando fallecieron siete personas y otras 48 quedaron heridas, luego de que un automóvil atropellara a un grupo de peatones que transitaban por la capital londinense, el que fue atribuido a grupos yihadistas.
Ante los hechos, Khan llamó a la calma a los ciudadanos y dijo que no había "razón para alarmarse" por los efectivos policiales que se encontraban desplegados por la capital, pero Trump tenía una opinión distinta.
"¡Al menos siete muertos y 48 heridos en un ataque terrorista y el alcalde de Londres dice que 'no hay razón para alarmarse'! (...) Debemos dejar de ser políticamente correctos y empezar a trabajar por la seguridad de nuestros pueblos", fueron los dichos de Trump sobre Khan.
Pero no fueron los únicos, ya que también calificó sus comentarios como una "patética excusa" y que "tuvo que pensar rápido en su declaración".
En 2018, Trump también visitó el Reino Unido y mencionó que ha sido "terrible" la labor de Khan, aduciendo al terrorismo, delincuencia y al estado de los hospitales. Un reflejo de lo que ocurre un año después, donde las relaciones entre ambos no han mejorado y pareciera que van a seguir este curso por un largo tiempo.