Cientos de miles de manifestantes marcharon por
Hong Kong este domingo para oponerse a un proyecto de ley que
permitiría la extradición de personas a la China continental para afrontar cargos allí.
La enorme protesta se llevó a cabo tres días antes de que el gobierno de este territorio semiautónomo presente la propuesta al pleno de la legislatura, en un intento de que sea aprobada a final de mes.
La policía indicó que unas 240.000 personas participaron en la movilización, mientras que los organizadores informaron de la presencia de un millón de manifestantes.
Se trata de una de las manifestaciones más grandes en la historia reciente de Hong Kong, y resalta los temores de la creciente influencia de China sobre la excolonia británica. Aparentemente fue todavía de mayor magnitud que la enorme marcha a favor de la democracia que se realizó en 2003 para oponerse a una propuesta de ley de seguridad nacional, según periodistas de The Associated Press que cubrieron ambos eventos.
Durante la noche, un grupo de manifestantes atravesó las barricadas afuera de la sede del gobierno, donde la manifestación había concluido. La multitud se abrió paso brevemente hacia el vestíbulo, pero policías con equipo antimotines utilizaron toletes y gas pimienta para retirar a los manifestantes del lugar. La mayoría de ellos se dispersaron alrededor de la 1 de la mañana, pero la policía continuó alejando manifestantes por kilómetros durante dos o tres horas.
Aún había una fuerte presencia policiaca en las calles del centro de la ciudad a las 3 de la mañana del lunes.
Personas de todas las edades participaron en la marcha, algunas de ellas empujando carros para bebé y otras con bastón, todas entonando consignas en la lengua cantonesa local, exigiendo una mayor transparencia del gobierno.