La justicia brasileña absolvió este viernes al camarero que apuñaló en septiembre pasado al entonces candidato presidencial brasileño Jair Bolsonaro, tras concluir que no es imputable por sus trastornos mentales, pero ordenó su reclusión provisional hasta que los médicos determinen que no es peligroso.
La sentencia fue anunciada este viernes por el juez federal Bruno Savino, responsable por el juicio contra Adelio Bispo de Oliveira, que está detenido desde el 6 de septiembre del año pasado
El juez tercero federal de Juiz de Fora falló con base en los informes psiquiátricos y periciales que concluyeron que el agresor sufre de "Trastorno Delirante Persistente", por lo que, según la legislación brasileña, no puede ser responsabilizado criminalmente.
"La conducta del reo no puede ser sancionada, ya que sufre de enfermedad mental que le suprimió la capacidad de comprender el carácter ilícito del hecho y de actuar acorde con ese conocimiento", según la sentencia.
Pese a absolver al acusado de los delitos contra la Ley de Seguridad Nacional que le imputó la Fiscalía, el juez ordenó, como medida preventiva, "que permanezca internado, por tiempo indeterminado, mientras no sea verificado que dejó de ser peligroso".
De acuerdo con el juez, tal condición tiene que ser constatada mediante pericia médica, la primera de las cuales será realizada en un plazo de tres años "debido a las circunstancias del atentado y a la altísima peligrosidad del reo".
En caso de que los problemas mentales no le sean diagnosticados en el examen al que será sometido, Bispo tendrá que cumplir la pena prevista por el Código Penal para su delito, que puede llegar a 20 años considerados los agravantes.