Las autoridades alemanas exigieron oficialmente a Italia la liberación de
Carola Rackete, la capitana del barco humanitario
"Sea Watch" 3, detenida hace dos días por haber atracado forzosamente en las costas de Lampedusa. Un enfrentamiento que tensionó las relaciones entre los dos países y que profundiza sus diferencias respecto a su política migratoria.
El pedido fue realizado este lunes por el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, quien argumentó a favor de la situación de la joven alemana que desembarcó irregularmente a 40 migrantes extenuados en la isla italiana, tras permanecer 17 días bloqueados a bordo.
"Desde nuestro punto de vista, el procedimiento judicial sólo puede concluir con la liberación de Carola Rackete", escribió Maas en su cuenta personal de Twitter. "Eso es lo que le volveré a dejar claro a Italia", añadió.
También reaccionó la portavoz adjunta del Ejecutivo,
Martina Fietz, quien instó a Roma a esclarecer la situación legal de la capitana. "Si hay acusaciones concretas por parte de las autoridades italianas, deben ser aclaradas lo antes posible y de acuerdo con el Estado de derecho", afirmó.
La alemana Carola Rackete, de 31 años, desafío las disposiciones del ultraderechista ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, al violar la prohibición de atracar en un puerto italiano, por lo que debió comparecer este lunes ante un juez de Agrigento, en Sicilia.
La comandante, con experiencia por haber navegado en barcos rompehielos en el Ártico y la Antártida, sabía que estaba arriesgando una pena de cárcel, pero ahora puede ser condenada a hasta 10 años de prisión por "resistencia a un navío de guerra".
La nueva acusación surgió luego de que la alemana obligara a una lancha de la policía a apartarse de su camino, ante el riesgo de quedar empotrada contra el malecón. Por este suceso, Salvini la acusó de haber cometido "un acto de guerra", al considerar que quiso hundir la lancha policial, y la describió como a una "mujer rica y blanca". Según advirtió, ya tiene listo y firmado su decreto de expulsión.
Enfrentamiento por la migración
Acusada también de favorecer la inmigración ilegal al rescatar el 12 de junio a un grupo de 53 personas frente a las costas de Libia, la comandante se ha convertido en un símbolo de la defensa de los migrantes que huyen en barcazas por el Mediterráneo.
Su caso volvió a poner sobre la mesa el debate sobre la recepción de refugiados y a recalcar las diferencias entre la política migratoria alemana y la italiana.
"Nos oponemos a la criminalización del rescate marítimo", dijo Maas este lunes. "Se necesita una solución europea urgente, que corresponda a nuestros valores europeos", agregó. "El mercadeo sobre el reparto de los refugiados es indigno y debe cesar", concluyó el jefe de la diplomacia alemana.
Por su parte, Fietz aseguró que "el compromiso humanitario en el mar merece respecto", aunque advirtió que debe hacerse dentro de los marcos legales. La portavoz añadió que, en este caso concreto, Alemania está dispuesta una vez más a acoger a un número determinado de migrantes rescatados por el Sea Watch 3 y que espera lo mismo del resto de los países comunitarios.
La situación ha generado tal tensión que incluso fue abordada en Bruselas por el Primer Ministro italiano, Giuseppe Conte, y por la Canciller alemana, Angela Merkel. "Le expliqué que no podemos intervenir para dictar la conducta de los jueces", aseguró Conte en su cuenta de Twitter.
Desde territorio italiano, el alcalde de Palermo, Leoluca Orlando, lamentó la detención de la capitana. "Con estas decisiones Italia se aleja de Europa. Se trata de ensañamiento ilegítimo e ilícito por parte de Salvini", aseveró.
$896 millones llevaban recaudado, hasta este mediodía, las campañas a favor de Rackete
Por su parte, el alcalde de Lampedusa,
Salvatore Martello, consideró que se trata de una decisión política clara contra las embarcaciones humanitarias que rescatan migrantes. Según recordó,
"más de 600" migrantes han llegado a la isla en menos de un mes, la mayoría a bordo de pateras improvisadas. "Anoche había 25, incluyendo mujeres y niños (...) pero nadie dispuesto a hacer un espectáculo frente a las cámaras de televisión", comentó.
Desde que Rackete fue detenida por las autoridades italianas, han surgido una serie de campañas iniciadas en Internet para recaudar fondos para costear su defensa legal y la de su tripulación.
Hasta el mediodía de este lunes, la campaña lanzada por los presentadores de televisión y cómicos alemanes, Jan Böhmermann y Klaas Heufer-Umlauf, llevaba reunidos más de 759.000 euros (poco más de 582 millones de pesos chilenos), mientras que una página de Facebook italiana registraba más de 410.000 euros donados (314 millones de pesos).
El Gobierno italiano prevé multas de hasta 50.000 euros (38 millones e pesos) por atracar sin permiso en sus puertos. Rackete ya se encuentra ante los tribunales sicilianos, donde la fiscalía italiana podría decretar su libertad a la espera del juicio y sucesivamente expulsarla.