El 3 de septiembre de 2016, Braulio Jatar Alonso se encontraba viajando hacia una de las estaciones de radio donde trabajaba en Isla Margarita, al norte de Venezuela, cuando una patrulla del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) lo detuvo en medio la carretera. Nunca arribó a su destino.
A dos años, diez meses y un día de su detención, la Justicia venezolana determinó la liberación del periodista y abogado venezolano-chileno, según comunicó este viernes la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet. Junto con él, otras 20 personas que se mantenían privadas de libertad, la recuperaron.
"El destino de más de 30 millones de venezolanos está en las manos de las autoridades y de su habilidad para poner los derechos humanos por delante de cualquier ambición ideológica o política", señaló la ex Mandataria en su discurso de presentación del documento en Ginebra.
Su detención
Cuando Braulio Jatar Alonso fue detenido, se desempeñaba como editor del portal de noticias Reporte Confidencial, y era una figura reconocida dentro del espectro de la oposición al Gobierno de Venezuela. También era conductor de programas de orientación judicial en tres radioemisoras y trabajaba en una firma de abogados.
Un día antes de que el Sebin lo hiciera detenerse en esa carretera, Jatar había publicado una serie de videos, donde se daba cuenta de una bochornosa situación vivida por el Presidente Nicolás Maduro en Isla Margarita.
El Mandatario venezolano se encontraba de visita en el popular barrio de Villa Rosa, cuando fue abordado por manifestantes que en ese momento se encontraban realizando un cacerolazo para pedir su salida del poder. Los gritos y disturbios lo obligaron a salir rápidamente de la zona y Jatar fue el primero en dar a conocer los acontecimientos en Reporte Confidencial.
Ese 3 de septiembre, Jatar debía conducir uno de sus programas de radio y pretendía hablar sobre lo acontecido con Maduro. Sin embargo, fue arrestado antes. Como no llegó a la estación y no se obtuvo información de él por varias horas, su familia lo reportó como desparecido.
Un día después se les comunicó que se encontraba en custodia en uno de los recintos de la denominada "policía política" venezolana. Según afirmó su abogado en esa época, el periodista fue detenido junto con otras 30 personas que participaron en las protestas de Villa Rosa, pero fue el único al que no liberaron.
Finalmente se le imputó por el delito de legitimación de capitales, pues supuestamente los agentes encontraron en su vehículo una alta suma de dinero, cuya procedencia no habría podido explicar. Se le decretó prisión preventiva por un periodo de 45 días, mientras durara la investigación.
"Estamos claros que la finalidad es callarlo, amedrentar y aterrorizar a la familia. A lo mejor llevarlo a un calabozo por varios meses para que simplemente no continúe informando lo que ocurre en un país", aseveró su esposa, Silvia Martínez.
Camino a una "libertad limitada"
Los hechos desataron alerta inmediata en Chile. Jatar vivió toda su vida en Venezuela, pero nació en territorio chileno, por lo que posee la nacionalidad. Conocida su detención, el entonces canciller, Heraldo Muñoz, afirmó que estaba "haciendo las gestiones" para intentar solucionar la situación del comunicador.
El caso se transformó en debate nacional y los cercanos al opositor se refugiaron en la idea de que, como era chileno, el Ejecutivo liderado por Michelle Bachelet debía apelar por su situación de "preso político" ante Maduro. Así, que Chile exigiera su libertad se transformó en bandera de lucha de su esposa y su hermana, Ana Julia Jatar, y la posta fue tomada por varios partidos nacionales.
"Braulio que nació en Chile en el año 58, es ciudadano chileno y tiene ahora el pasaporte chileno. Las gestiones que él quiere y por lo tanto yo soy su emisaria, es
que se logre su expulsión de Venezuela para erradicarse en Chile", detalló Ana Julia desde el Congreso en Valparaíso, en diciembre de 2016. A esas alturas, Jatar continuaba en la cárcel, pero había enviado un mensaje a través de su hermana:
"Mi mensaje para Chile es que son mi última esperanza de libertad".
Ya el 10 de enero de 2017, el comunicador envió una carta escrita a mano al Congreso chileno, contando cuál es su situación en cautiverio y agradeciendo por las gestiones que se están haciendo a su favor. "Él está en una situación muy difícil, ya ha perdido 20 kilos, además tiene un cáncer a la piel", afirmó el diputado Jorge Tarud (PPD), que dio a conocer la misiva.
La presión en Chile continuó y, cuando Jatar cumplía casi nueve meses en la cárcel, los tribunales venezolanos modificaron su medida cautelar: decretaron arresto domiciliario. "Esto es como un sueño", afirmó el periodista ese 24 de mayo de 2017, cuando llegó a su casa en Isla Margarita. Semanas antes, el abogado había sido hospitalizado bajo custodia policial, para que se le intervinieran dos hernias. Su pareja, Silvia Martínez, aseveró que la decisión judicial correspondió a una medida humanitaria por el delicado estado de salud del opositor.
Tras pasar a su domicilio, la situación de Jatar se estancó. Aunque en 2017 la ONU le exigió al Gobierno chavista la "liberación inmediata" del comunicador chileno-venezolano, por considerar que su detención era "arbitraria", éste se mantuvo preso en su domicilio.
"Chile, al igual que el continente debe buscar fórmulas efectivas para restituir la democracia en Venezuela, la ONU ordenó por ejemplo mi libertad en mayo del 2017 y
sigo esperando junto con varios venezolanos presos políticos, que la comisionada Bachelet exija el cumplimiento de esas resoluciones desde su propia oficina. Saludos a todos desde cautiverio", aseveró Jatar hace solo dos meses, en una carta que leyó su hermana en entrevista con Radio Universo.
"Lo que él me dice es que no está muy seguro que va a ser libre, está convencido de que cualquier libertad que le den, como la que le dieron a Leopoldo (López), es una libertad muy contenida y que hasta que no salga el régimen de Maduro no habrá libertad real", afirmó Ana Julia.
Este jueves, Jatar fue notificado de su excarcelación. "He sido informado, verbalmente, de una medida de presentación ante un tribunal cada quince días con prohibición de salida del país y del estado donde resido", publicó en su cuenta de Twitter. Aunque agradeció por las gestiones que se hicieron a su favor, no dejó pasar el hecho de que su predicción se cumplió: "De concretarse lo anunciado, esta excarcelación es una libertad limitada y condicionada a un proceso injusto e ilegal", sentenció.