Alemania, Francia, Luxemburgo, Malta y Portugal manifestaron este lunes su disposición a acoger a los 106 migrantes rescatados en los últimos días por buques humanitarios en el Mediterráneo central.
"Este grupo de países asume su deber de solidaridad humanitaria", destacó el Gobierno portugués en un comunicado conjunto de los ministerios de Asuntos Exteriores y de Administración Interna.
En concreto,
Portugal anuncia que está "disponible" para recibir a diez de los 106 migrantes rescatados por los barcos
Alan Kurdi y Alex. El Alex, propiedad de la ONG Mediterranea Saving Humans, entró sin autorización en el puerto italiano de Lampedusa, mientras que el Alan Kurdi atracó en Malta previo acuerdo para la distribución de los migrantes por diferentes países europeos.
Lisboa subraya así "el deseo común de fortalecer las soluciones europeas para la cuestión de la migración y para las tragedias humanas que se producen en el Mediterráneo".
El texto defiende, además de la "disponibilidad solidaria siempre manifestada", la necesidad de "una solución europea integrada, estable y permanente".
El velero de rescate Alex pudo desembarcar este sábado en Lampedusa a los 46 inmigrantes que transportaba tras atracar sin autorización el sábado en la isla italiana. Los migrantes se encuentran ahora en el centro de internamiento de inmigrantes de la localidad italiana, donde hay más de 200 internos pese a tener una capacidad para 97.
Este domingo, las autoridades italianas anunciaron la incautación del barco y una multa de 16.600 euros para el capitán -Tommaso Stella- y el armador tal como prevé el decreto de seguridad del Gobierno italiano que impuso la política de "puertos cerrados". Las sucesivas violaciones conllevan multas aún mayores.
Stella está siendo investigado por instigación de la inmigración ilegal y por incumplir el código de navegación tras no respetar la orden de parar dada por un buque de guerra.
Por otra parte, el Alan Kurdi puso rumbo a Lampedusa tras rescatar a 65 migrantes el pasado viernes en aguas del Mediterráneo, pero
finalmente cambió su destino y se dirigió a Malta, donde tampoco tenía el atraque garantizado. Finalmente el Gobierno maltés anunció que permitiría el desembarco tras alcanzar
un acuerdo de reparto de los migrantes con otros países europeos.
Estos rescates llegan después de la controversia generada por el atraque en Lampedusa del barco Sea Watch 3 para desembarcar a 41 migrantes sin contar con el permiso de las autoridades italianas. La capitana del buque, la alemana Carola Rackete, pasó varios días detenida acusada de graves delitos, pero finalmente fue puesta en libertad por la justicia italiana tras un incidente diplomático con Alemania.