Las autoridades bolivianas mantienen el máximo nivel de "bioseguridad" para tratar el arenavirus, que este miércoles se cobró la vida de un médico, la tercera víctima mortal confirmada en el país, en medio de las críticas del colectivo de salud por falta de apoyo.
La ministra de Salud de Bolivia, Gabriela Montaño, compareció ante los medios en La Paz tras la muerte en un hospital de la ciudad de un médico contagiado por este virus, tras varias semanas en terapia intensiva.
Montaño lamentó el deceso pese a todos los esfuerzos por salvar su vida, para lo que el Gobierno boliviano pidió apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que envió al país cuatro expertos.
La autoridad recalcó que
su ministerio mantendrá todas las medidas, en el caso de otro doctor contagiado que sigue en terapia intensiva en un hospital paceño y para buscar un posible origen del virus en roedores de una zona selvática subtropical del país.
Al respecto, recordó que tres pacientes inicialmente sospechosos ya fueron dados de alta, sin que consten nuevos casos, por lo que subrayó, para tranquilizar a la población, que solo existe riesgo de contagio por contacto con enfermos.
Los síntomas son, entre otros, fiebre y dolores en varias partes del cuerpo, con un periodo de contagio de 21 días, comentó.
La ministra agregó que aún se espera el resultado, puesto que es necesario cumplir unos plazos, del considerado paciente cero, que murió hace unas semanas.
Montaño consideró "inaceptable" la posición de colectivos médicos del país que critican la actuación de las autoridades sanitarias, al entender que utilizan "un momento tan duro como este para justificar acciones de protestas".
"No puedo aceptar que se utilice la muerte de un colega, que no tiene nada que ver con el manejo institucional y clínico", aseveró, al defender que "el tratamiento que recibió el paciente es el mismo que se podría proporcionar en cualquier parte del mundo" y en Bolivia se aplica el nivel cuatro de "bioseguridad", el más alto posible.
Por su parte, Alfonso Tenorio, representante en Bolivia de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la oficina regional de la OMS, señaló que virus como los de la familia arenavirus tienen una alta mortalidad en todo el mundo y en el país se aplican los protocolos como en cualquier otro.
Tenorio indicó que en el caso de Bolivia la organización internacional apoya los estudios de campo y el fortalecimiento de laboratorios, de la comunicación de riesgo y especialmente de la "bioseguridad", que consideró "crucial" en este tipo de virus.
El nivel cuatro se establece ante patógenos muy peligrosos e incluye cámaras de entrada con cierre hermético, duchas a la salida del personal sanitario, la eliminación preferente de residuos y el uso de trajes especiales, en enfermedades como ébola y hantavirus.
El presidente del Colegio de Médicos de La Paz,
Luis Larrea, en rueda de prensa, dijo este miércoles que esta entidad pedirá a su instancia nacional que
se declare "duelo nacional" por el deceso del galeno.
El sector médico exigió a las autoridades una mejora de "las condiciones para el ejercicio de la profesión", por considerar que el deceso del profesional se debió a falta de seguridad ante emergencias como las que provocó el arenavirus, manifestó Larrea.
A su juicio, es necesario contar con más recursos económicos "para hacer investigaciones" sobre el virus que causa la fiebre hemorrágica boliviana, de la misma familia, y saber "cómo se transmite".