El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump anunció que llegó a un acuerdo con sus adversarios demócratas sobre el presupuesto, que aumenta el gasto federal y evita la posibilidad de una parálisis del gobierno hasta después de las elecciones presidenciales de 2020.
"Me complace anunciar que se ha llegado a un acuerdo (...) sobre un presupuesto de dos años y el límite de la deuda", señaló Trump a través de su cuenta de Twitter, presentándolo como "un verdadero compromiso".
El acuerdo eleva los límites de gastos discrecionales para los años fiscales 2020 y 2021, suspendiendo al mismo tiempo el límite legal de la deuda hasta fines de julio de 2021, casi nueve meses después de los comicios.
"¡Este fue un verdadero compromiso para dar otra gran victoria a nuestros grandiosos militares y veteranos de guerra!" añadió Trump.
Según fuentes cercanas a las negociaciones, el acuerdo incluye un incremento del tope de la deuda de Estados Unidos, a fin de evitar un incumplimiento de pagos si el país ya no puede pedir préstamos, y prevé un aumento del gasto público al elevar el límite presupuestario para el sector de la defensa y para las inversiones nacionales.
El acuerdo era resistido por los republicanos conservadores, que se oponían a agregar cientos de miles de millones de dólares de gastos adicionales a la deuda de Estados Unidos.
"Con una deuda federal de más de 22 billones de dólares y en aumento, esto no es un juego", había señalado más temprano Mike Johnson, presidente de la bancada conservadora en la Cámara de Representantes.
"Con este acuerdo, nos esforzamos por evitar otro cierre del gobierno, que es tan perjudicial para satisfacer las necesidades del pueblo estadounidense y honrar el trabajo de nuestros empleados públicos", dijeron las principales figuras demócratas del Congreso, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, en una declaración conjunta.
El acuerdo asegura que Washington sigue endeudándose, ya que aumenta los límites de gasto en unos 320.000 millones de dólares, un importante revés para el objetivo declarado de la Casa Blanca de controlar el gasto.
Además, incluye unos 75.000 millones de dólares en compensación de gastos, sustancialmente menos de lo que la administración de Trump había buscado.
El presupuesto del gobierno federal es tradicionalmente deficitario, por lo que Washington no tiene más remedio que pedir prestado para financiar sus operaciones, como el pago de salarios, pensiones y otros gastos ya aprobados por el Congreso. Sin embargo, Pelosi y Schumer defendieron el pacto, al subrayar que les ha permitido lograr que el Gobierno planee gastar "10.000 millones de dólares más" en temas ajenos a la defensa nacional que en el dossier militar.
"Con este acuerdo, queremos evitar otro cierre parcial de la Administración, que es algo tan dañino para las necesidades del pueblo estadounidense, y honrar el trabajo de nuestros empleados públicos", indicaron los líderes demócratas en un comunicado.