El Presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la Canciller alemana, Angela Merkel, invitaron al Primer Ministro del Reino Unido, Boris Johnson, a que visite sus respectivos países para hablar sobre el Brexit, después de que el nuevo inquilino de Downing Street haya retomado la amenaza de un divorcio caótico.
Fuentes del Palacio del Elíseo citadas por la prensa gala informaron este viernes que el jueves por la noche Macron llamó por teléfono a Johnson para felicitarle por su designación y expresarle su satisfacción por "la cooperación en los asuntos bilaterales, europeos e internacionales".
Además, Macron invitó a Johnson a visitar Francia "en las próximas semanas" para hablar sobre el Brexit, "conforme a las exigencias de las UE". "Queremos trabajar con Johnson sobre el Brexit (...) pero no renegociaremos el acuerdo", dijo a France 2 la secretaria de Estado para Asuntos Europeos, Amélie de Monchalin.
Por su parte, el vocero de Johnson contó que el Premier ratificó a Macron lo dicho en los últimos días, donde "quiere un acuerdo e intentará con todas sus energías conseguir un acuerdo, pero que el Acuerdo de Retirada -que ya ha sido rechazado tres veces por la Cámara de los Comunes- no va a ser aprobado, lo que significa que hay que reabrir el Acuerdo de Retirada para abolir el 'backstop'".
El principal escollo para que el Parlamento británico dé luz verde al acuerdo del Brexit negociado por el anterior Gobierno de Theresa May y la UE es el llamado 'backstop', es decir, el mecanismo ideado por las partes para evitar una 'frontera dura' en el Úlster tras el divorcio.
El vocero gubernamental, citado por Reuters, agregó que Johnson trasladará la misma idea en las conversaciones telefónicas que mantenga en los próximos días con sus homólogos europeos. Ya habló el jueves con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien insistió en que el actual acuerdo es el "mejor y el único posible" para evitar un Brexit a las bravas.
Merkel, por su parte, llamó a Johnson este viernes para felicitarle por su ascenso a Downing Street y desearle "buena suerte", de acuerdo con la vocera gubernamental, Ulrike Demmer. La Canciller alemana también invitó al Premier a visitar el país y él lo aceptó.