Al menos 52 reclusos fueron asesinados este lunes en un motín carcelario en la localidad de Altamira, en el estado brasileño de Pará, en el norte del país.
El hecho se originó al interior del Centro de Recuperación Regional de Altamira a las 7:00 (6:00 horas en Chile) de este lunes, cuando un grupo de presos entró en otro módulo donde permanecían recluidos miembros de una facción rival.
Fuentes oficiales citadas por G1 confirmaron que 16 de las víctimas fatales fueron decapitadas y que el resto murió por asfixia producto de un incendio. El hecho fue controlado cerca del mediodía.
"Fue un enfrentamiento entre bandas rivales.
Dos efectivos de la cárcel fueron tomados como rehenes, pero ya fueron liberados", dijo a la agencia AFP un portavoz de la Superintendencia de Prisiones de Pará.
El centro de detención de Altamira tiene una capacidad para 200 presos, pero al momento del motín contaba con 311 prisioneros, según G1.
Se trata de la segunda masacre vivida en una cárcel brasileña en lo que va de 2019. A fines de mayo, 55 reos murieron en dos días de enfrentamientos en varias prisiones del estado de Amazonas, vecino de Pará.
Además, una ola de enfrentamientos sacudió el país a inicios de 2017, atribuidos a rivalidades entre bandas criminales por el control de las rutas del tráfico de cocaína.
