La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió este lunes al Gobierno de Brasil que detenga la invasión de territorios indígenas, tras el asesinato la semana pasada de un líder del pueblo waiapi.
"Cuando los pueblos indígenas son expulsados de sus tierras, no se trata sólo de un asunto económico", dijo Bachelet, quien sostuvo que con acciones de este tipo se afecta la vida entera de esas comunidades.
Emrya Waiapi, líder de los waiapi, fue asesinado en un ataque supuestamente cometido por un grupo de mineros ilegales armados, que además habrían ocupado sus tierras en el estado amazónico de
Amapá.
Cerca de 1.300 indígenas waiapis viven en esa región rica en hierro, cobre y oro, y que es la única de Brasil donde los nativos tienen autorización para explotar oro de forma sostenible.
Sin embargo, esta actividad ha atraído al mismo tiempo a mineros ilegales a la zona.
Según la Alta Comisionada, la política propuesta por el gobierno del Presidente Jair Bolsonaro de abrir más áreas de la Amazonía a la minería puede ser el origen de incidentes violentos, actos de intimidación y hasta asesinatos como los que acaba de sufrir el pueblo waiapi.
Por ello, pidió que se reconsideren esas políticas: "El asesinato de Emrya Waiapi
no debe ser el anticipo de una nueva ola de violencia para causar miedo entre quienes viven en sus tierras ancestrales y que esto permita la destrucción de la selva".
Asimismo, Bachelet pidió que ahora se tomen medidas para proteger la integridad física de los indígenas en esos territorios.