La conservadora Isabel Díaz Ayuso fue investida este miércoles como presidenta regional de Madrid, gracias a los votos de la extrema derecha, lo que permite al Partido Popular (PP) conservar un feudo importante pese a recientes reveses electorales.
Después de dos meses de negociación, Díaz Ayuso, de 40 años, fue elegida con una mayoría de votos del PP (derecha), la extrema derecha de Vox y los liberales de centroderecha de Ciudadanos.
El PP, desbancado del poder en España en 2018 tras un escándalo de corrupción, perdió numerosos votos en las elecciones legislativas de abril y las municipales y regionales de mayo, acechado precisamente por Ciudadanos y Vox.
De todas maneras, consiguió mantenerse como la primera fuerza de la derecha.
Madrid es la tercera presidencia regional que consiguieron los conservadores gracias a la extrema derecha después de la de Juan Manuel Moreno Bonilla en Andalucía (sur) y la de Fernando López Miras en Murcia (sureste).
Como sus compañeros, Díaz Ayuso gobernará en coalición con Ciudadanos mientras que Vox, cuyo apoyo es indispensable para alcanzar la mayoría, quedará fuera del ejecutivo.
Sin embargo, el partido de extrema derecha advirtió que no está dando un cheque en blanco. "No retrocederemos ni un milímetro en la defensa de nuestros votantes", prometió su líder madrileña Rocío Monasterio en la asamblea regional.
"Nuestro compromiso con el Partido Popular y Ciudadanos acaba en el momento en el que comienza el de ustedes con nosotros que es después de esta votación" de investidura, agregó la portavoz de Vox, creado en 2014 por miembros decepcionados del PP y que se instaló en estos últimos meses en el paisaje político español.
Díaz Ayuso, de su lado, puso el acento en los puntos en común entre ambos partidos.
"Solamente con ver las reacciones que suscitan sus palabras en la izquierda (...) me demuestra que usted y yo estamos más unidas de lo que ellos quisieran", le respondió Díaz Ayuso.
La líder del PP prometió importantes bajas de impuestos en la región que su partido dirige ininterrumpidamente desde hace 24 años, y donde varios de sus antecesores se han visto envueltos en escándalos de corrupción.