La fiscalía italiana ordenó este martes el desembarco en la isla de Lampedusa de los migrantes rescatados por el barco humanitario español Open Arms y declaró secuestrado el navío, poco después de que Madrid enviara un barco militar para recogerlos.
Tras una inspección de la policía judicial con dos médicos, el fiscal de Agrigento (Sicilia), Luigi Patronaggio, decidió que los rescatados debían ser desembarcados en las próximas horas en la pequeña isla siciliana, debido a la tensa situación a bordo.
Varados desde el jueves a metros de la costa de Lampedusa, los migrantes no han podido desambarcar ante la negativa de Roma, pese a existir un acuerdo de seis países europeos para acogerlos.
Socorridos en el Mediterráneo por la ONG española Open Arrms, algunos de los migrantes llevan 19 días a bordo del barco, igualando el récord que marcaron los 32 migrantes rescatados por el SeaWatch3 y desembarcados finalmente en Malta el pasado mes de enero.
Este martes, en un gesto desesperado, quince migrantes, algunos de ellos sin chalecos salvavidas, se lanzaron al agua para nadar hasta la isla italiana. Una portavoz de la ONG española indicó que fueron rescatados por los guardacostas italianos y llevados a tierra.
"La situación está fuera de control", tuiteó Open Arms, cuyo barco albergaba 147 migrantes al llegar cerca de Lampedusa y ahora mantiene a poco más de 80, luego de que decena de menores de edad y enfermos fueran evacuados.
Navío militar español
Ante la negativa del ministro del Interior italiano saliente Matteo Salvini de dejarlos desembarcar, el Gobierno español envió este martes un navío militar hacia Lampedusa para encargarse de los indocumentados y llevarlos a Mallorca, a unos 1.000 km al oeste de Sicilia.
El Gobierno español al ser contactado por la AFP, no pudo precisar si el barco enviado daría media vuelta o no tras el anuncio de la fiscalía italiana.
Otra acusación
El fiscal italiano también abrió una investigación "contra desconocidos" por secuestro de personas, una acusación indirecta contra el ministro ultraderechista del Interior, Matteo Salvini, quien está por perder su cartera por la crisis del Gobierno. Salvini, por su parte, indicó en Facebook que la investigación apuntaba directamente a él.
"Si alguien cree que me espanta con la enésima denuncia y petición de proceso, se equivoca.
Sería un chiste haber logrado convencer a España para que envíe un navío (para recoger a los migrantes) y, ahora, obrar para que desembarquen en Italia y hacer que se juzgue al ministro de Interior que sigue defendiendo las fronteras del país", publicó en Facebook.
Así las cosas, solo quedaría un barco humanitario frente a las costas libias, desde donde suelen partir los migrantes en embarcaciones precarias rumbo a Europa.
El "Ocean Viking", operado por SOS Méditerranée y Médicos Sin Fronteras (MSF), sigue buscando un puerto seguro para sus más de 350 migrantes a bordo.