Los devastadores incendios que afectan a la Amazonía brasileña se tomaron las redes sociales el miércoles, intensificando las críticas contra el Gobierno de Jair Bolsonaro, un escéptico del cambio climático e impulsor del desarrollo industrial en el principal pulmón del planeta.
Sin embargo, Brasil no es el único lugar del mundo donde las llamas han arrasado con miles, o incluso millones, de hectáreas de bosques en el último tiempo.
Amazonía, Brasil
Los reclamos contra el Ejecutivo brasileño aumentaron luego de que, el martes, el Programa de Quemas del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), organismo estatal que analiza imágenes satelitales, publicara un reporte con cifras alarmantes: entre enero y el 19 de agosto se han registrado 72.843 focos de incendios forestales en Brasil, un 83% más que en el mismo período del año pasado y la mayor cifra desde 2013. De ese total, 38.228 (52,5%), fueron detectados en sectores de la Amazonía.
La extensión de los incendios ha obligado a algunos estados amazónicos, como Amazonas y Acre, a declarar situación de emergencia o alerta ambiental, debido a que la humareda multiplica las enfermedades respiratorias y afecta el tránsito aéreo. El lunes, parte de los estados de Mato Grosso do Sul y Paraná, así como Sao Paulo, fueron afectados por la extensión de una intensa humareda procedente de los incendios y que prácticamente acortó el día debido al oscurecimiento prematuro.
Los incendios se deben a las quemas realizadas para deforestar un terreno -con el objetivo de convertirlo en área de pastoreo- o para limpiar áreas ya deforestadas. Ello ocurre generalmente en la temporada de sequía, que debe acabar dentro de dos meses. Pero la causa del actual descontrol, según analistas, es el fuerte aumento de la deforestación: 225.800 hectáreas en julio, casi el cuádruple del mismo mes de 2018, según el INPE.
El ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, sostiene en cambio que los vientos fueron los causantes del fenómeno. "Tiempo seco, viento y calor hicieron que los incendios aumentasen mucho en todo el país", señaló en su cuenta de Twitter, anunciando el envío de brigadistas para contener los incendios. Por su parte, el Presidente Bolsonaro culpó, sin pruebas, a las ONG ambientalistas: "Pueden ser hacendados también, todo el mundo es sospechoso, pero la mayor sospecha viene de las ONG".
Santa Cruz, Bolivia
Más de 500.000 hectáreas de bosques y pastizales en la Chiquitanía de Santa Cruz, una de las principales zonas turísticas del país, han sido afectadas por incendios que comenzaron hace unas tres semanas y que se han ido extendiendo y agravando gradualmente.
Uno de los lugares más afectados es el Bosque Seco Chiquitano, un complejo de biodiversidad endémico, que comprende la Reserva Natural de Tucavaca, donde existen 554 especies distintas de fauna. Imágenes difundidas en redes sociales muestran a animales silvestres y vacas calcinadas por el fuego que abarca una extensa superficie.
La Gobernación de Santa Cruz declaró, el fin de semana, "desastre departamental" para facilitar la coordinación con el Gobierno. Actualmente están desplazados 800 militares, 250 policías y 60 bomberos, a los que se sumarán en las próximas horas otros 700 uniformados y un avión cisterna Boeing 747 SuperTanker.
El vicepresidente Álvaro García Linera informó que, además, las autoridades han comprado 15.000 rollos de forraje para el ganado y 61.000 kits de veterinaria, que se distribuirán entre los campesinos de la zona. También se prevé la creación de centros de refugio para preservar la fauna silvestre, a cargo de 20 veterinarios. Por su parte, el Presidente Evo Morales puso en marcha un "gabinete de emergencia nacional".
500.000 hectáreas de bosques se han quemado en Santa Cruz, en las últimas semanas
Los focos de fuego fueron ocasionados por la quema de campos de cultivo, práctica ancestral llamada localmente
"chaqueo", basada en la creencia de que la ceniza mejora la calidad de la tierra para la siembra. Pero además, según los ambientalistas, los siniestros se incrementaron luego de que el Gobierno autorizara
la ampliación de la zona del desmonte destinada a la actividad agropecuaria en los departamentos de Santa Cruz y Beni (noreste), de 5 a 20 hectáreas. A causa de esa medida, solo en agosto se provocaron incendios en una extensión de 350.000 hectáreas, aseguran autoridades de la zona.
Ello, sumado a la tardía reacción por parte del Ejecutivo, le ha costado a Morales una serie de críticas de la oposición y de movilizaciones ciudadanas, desatando una crisis en plena campaña por la presidencia de Bolivia.
Gran Canarias, España
Un virulento incendio, con llamas de hasta 50 metros de altura, consumió cerca de 12.000 hectáreas en la isla española de Gran Canaria, lo que llevó a los servicios de emergencia a evacuar a al menos 10.000 habitantes de ocho municipios este fin de semana.
Las llamas, del tercer incendio forestal en la isla en las últimas dos semanas, se desataron el sábado y amenazaron con arrasar espacios naturales protegidos. Considerada "una catástrofe ambiental sin precedentes en la isla", el incendio obligó a las autoridades a desplegar uno de los dispositivo de emergencias más importantes que se han realizado en Canarias y en España, con casi mil funcionarios y 14 medios aéreos.
Este miércoles, la mayoría de los habitantes de la isla, perteneciente al archipiélago de Canarias, pudieron retornar a sus viviendas debido a que la bajada de las temperaturas y la disminución de los vientos apaciguaron las llamas. "
Está estabilizado. Las condiciones fueron buenas, con bajas temperaturas y más humedad. Si todo va bien, en un par de días estará controlado", dijo ante la prensa el jefe de los servicios de emergencias locales, Federico Grillo. Sin embargo, advirtió que aún existe riesgo. "Todavía no podemos garantizar que el incendio no tiene potencial de reiniciarse. No podemos bajar la guardia", aseveró.
Las causas del incendio todavía se desconocen, pues los equipos de emergencia no pudieron acceder al punto donde se originó. Debido a la magnitud de los daños, el siniestro se ha convertido en el más importante de los declarados en el país desde 2012 y en las Islas Canarias desde 2007.
Siberia, Rusia
Desde hace al menos dos meses que un gigantesco incendio forestal afecta a los bosques de Siberia y preocupa a diversas organizaciones ambientalistas. Según las autoridades rusas, durante este siniestro se han quemado casi tres millones de hectáreas, incluidas áreas al norte del Círculo Polar Ártico.
Sin embargo, Greenpeace Rusia disiente. Para la entidad, las llamas ya han arrasado con más de 5,4 millones de hectáreas y continúan avanzando, sin que el Ejecutivo ruso se haga cargo por completo. La ONG afirmó que, en la actualidad, el Gobierno de Vladimir Putin lucha contra el fuego solo en 283.200 de las hectáreas afectadas, ya que la gran parte de los incendios se encuentran en zonas remotas donde, por ley, las autoridades no están obligadas a combatirlos.
El problema es que producto del viento el humo de estas áreas de difícil acceso ha comenzado a afectar a los ciudadanos. Tal es el caso de las ciudades de Chitá, Novosibirsk y Krasnoyarsk, donde
nubes oscuras cubrieron el cielo durante varios días. Anu-Maija Sundström, investigadora del Instituto Meteorológico de Finlandia, ha comprobado que la humareda ha alcanzado la costa norte de Alaska, Estados Unidos.
Asimismo, Greenpeace alerta sobre el efecto del fuego en el cambio climático y en las muchas especies animales que mantienen su hábitat en los bosques siberianos, y que debido a los incendios murieron o tuvieron que abandonar la zona.
Las lluvias y las temperaturas de enfriamiento en Siberia este mes han ayudado a mantener las llamas bajo control por el momento, pero la organización estimó a mediados de agosto que solo el 9% se había extinguido y que al final de la temporada el área consumida podría romper el récord: en 2012 se registraron 18,1 millones de hectáreas; este año ya suman 14,9 millones.