Una presunta víctima del multimillonario estadounidense, Jeffrey Epstein, que afirma que fue prostituida para tener relaciones con el príncipe Andrés, reflotó las acusaciones contra el hijo de la Reina Isabel II esta semana y lo instó a confesar.
El duque de York fue amigo durante años del financista, quien se suicidó mientras esperaba un juicio por tráfico sexual de menores. Sin embargo, el príncipe ha negado enérgicamente haber tenido conocimiento de la conducta penal de Epstein y se ha descrito a sí mismo como "horrorizado" por las acusaciones de muchas mujeres que culparon a Epstein de abuso.
Entre ellas está
Virginia Roberts Giuffre, quien afirma que tenía 15 años de edad y que trabajaba en el club Mar-a-Lago del ahora Presidente de EE.UU., Donald Trump, cuando fue
reclutada para tener relaciones sexuales con Epstein.
En una declaración jurada, Giuffre aseguró que ella fue llevada en aviones privados a las propiedades del financista en Nuevo México, las Islas Vírgenes, París y Nueva York. Dijo que también se concertaron reuniones para que ella tuviera relaciones sexuales con el príncipe británico en Londres y otros lugares.
Este martes, durante una comparecencia a las afueras de un tribunal de Nueva York, Giuffre insistió en los vínculos de Andrés con Epstein, aunque sin hacer nuevas acusaciones contra la realeza británica.
"Él sabe lo que ha hecho y puede dar fe de ello", afirmó Giuffre a los periodistas, tras testificar junto a otras 15 mujeres en el caso contra el fallecido Epstein.
"Él sabe exactamente lo que ha hecho y espero que sea sincero al respecto. Gracias", insistió al ser nuevamente consultada.
Giuffre no mencionó al príncipe durante la audiencia en sí, pero los comentarios en el exterior fueron difundidos ampliamente por los medios de comunicación británicos, que se centraron en el emplazamiento al príncipe de 59 años y amigo de Epstein desde hace al menos dos décadas.