PORTO VELHO.- El lunes 19 de agosto, a las tres de la tarde, la ciudad de Sao Paulo oscureció. El hecho llamó la atención, pese al fuerte invierno, y diferentes organismos climáticos brasileños constataron que el fenómeno ocurrió a causa de un frente frío en la ciudad, pero también a una gran cantidad de incendios forestales que ocurrían en ese momento en la selva de la Amazonía.
Desde ese momento, los siniestros en el llamado "pulmón verde del planeta" -que también se desataron en Bolivia, Paraguay y Colombia- generaron preocupación mundial. En esos mismos días, el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) de Brasil informó que desde el 1 de enero de este año hasta la tercera semana de agosto, se registraba un total de 71.497 focos de incendios.
La cifra generó alerta en la cumbre G7, realizada esa misma semana en Biarritz, Francia, en la cual se reunieron las siete potencias económicas mundiales, y en la que Chile participó por primera vez como invitado.
En esa instancia, la cumbre solicitó al Presidente Sebastián Piñera coordinar la ayuda internacional para combatir los incendios en Brasil. Diez días han pasado desde la visita a su par brasileño, Jair Bolsonaro, donde ambos Mandatarios "afirmaron su opinión común de que los desafíos ambientales deben abordarse respetando la soberanía nacional". Pero, ¿cuál es la situación actual en la selva de la Amazonía?
Triple de incendios que 2018
El INPE actualizó sus cifras el pasado domingo e informó que agosto de 2019 anotó un récord de incendios en la Amazonía que no se veía desde 2010. De acuerdo con la institución, durante el último mes el número de incendios llegó a 30.901, y se triplicó en comparación con agosto de 2018, donde hubo 10.421 siniestros.
Esta cifra sólo es superada por agosto de 2010, donde el récord fue de 45.018 focos de incendio.
En las últimas semanas, la población brasileña se ha visto más interesada por la situación en la Amazonía. De acuerdo con una encuesta de Datafolha publicada el domingo, el 66,7% de los consultados cree que Brasil sí está pasando por una crisis ambiental, mientras que el 51% asegura que los países extranjeros tienen derecho a cuestionar la gestión del Gobierno de Bolsonaro en la crisis de la Amazonía.
Por otro lado, el 42,8% de los encuestados afirmó que eventuales sanciones comerciales contra Brasil por la deforestación de la Amazonía estarían merecidas. En esa línea, el 33,3% dijo estar a favor de que otros países adopten medidas de ese tipo.
Sin embargo, Bolsonaro le bajó el perfil a estas cifras. "¿Alguien le cree a Datafolha? ¿Usted cree en Papá Noel?", afirmó en conferencia de prensa el lunes.
30.901incendios se produjeron en agosto de este año en el Amazonas
"El lunes, el Presidente Bolsonaro dijo algo que es verdadero: que esta crisis abrió la Amazonía, porque muy pocos conocen y hablan de la Amazonía" en Brasil, indicó el profesor Aninho Irachande, de la Universidad Nacional de Brasilia.
Tras los cuestionamientos internacionales y la crisis diplomática que ha generado la situación en la Amazonía, el Presidente Bolsonaro decidió prohibir completamente las quemas en la región. Sin embargo, la cifra se mantiene.
Medidas del Gobierno
Asimismo, el Gobierno estos últimos días adoptó una nueva estrategia comunicacional basada en la difusión a través de redes sociales y medios de comunicación. Según pudo constatar Emol, ya hay canales de televisión donde se transmite un spot del Gobierno federal en el que se llama a proteger la Amazonía de la deforestación.
Además, este jueves, la Procuraduría General y el Supremo Tribunal Federal brasileño, acordaron destinar mil millones de reales (más de US$245 millones) provenientes de la estatal Petrobras para combatir los incendios en la Amazonía y frenar la deforestación, según consignó Globo. Esto, luego de los casos de corrupción investigados en la operación "Lava Jato".
29.944 km2es el área deforestada en la Amazonía
No obstante, según reveló O Globo el miércoles, el Gobierno brasileño decidió reducir en un 34% el presupuesto para combatir los incendios forestales en 2020.
En tanto, en el estado de Porto Velho, uno de los más afectados por los incendios, la situación ya volvió a la normalidad y la contaminación del aire es prácticamente inexistente, gracias a las lluvias que han caído en los últimos días. Sin embargo, la emergencia se mantiene en el estado de Rondonia, donde todavía se puede divisar el humo.
Según relataron a Emol fuentes del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama) en Porto Velho, la principal preocupación ahora es la deforestación. Según datos del INPE, el área arrasada llega a los 29.944 km².
La crisis en la Amazonía, de un modo u otro, permanece en la agenda noticiosa, compitiendo con otros hechos también como la discusión por la reforma provisional en el Congreso y el proyecto para establecer escuelas cívico-militares.
