Días después de asumir, el Gobierno interino de Bolivia comandado por
Jeanine Áñez ya ha dado grandes muestras de diferenciación con el renunciado Mandatario
Evo Morales. Al menos así lo ha dejado claro en materia de relaciones exteriores, dando un giro radical respecto de su antecesor al anunciar la ruptura de relaciones con
Venezuela y su salida de la
Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), mientras analiza retirarse de la
Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Así lo explicó la canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, quien afirmó que, al haberse producido un cambio de Gobierno en el país, el actual Ejecutivo será "consecuente" con los principios democráticos, de respeto a los derechos humanos y la carta democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA).
"Por supuesto que se va a romper relaciones con el Gobierno de Maduro", afirmó la diplomática.
"Nosotros reconocemos una Venezuela democrática, con mayor razón ahora que hemos constatado que venezolanos vinculados a la Embajada de Venezuela han incurrido en actos reñidos con la ley y estaban atentando contra la seguridad interna de Bolivia", agregó.
Longaric también anunció que, con base en las pruebas que le pasará el Ministerio de Gobierno sobre estos hechos, la Cancillería boliviana "le dará el plazo correspondiente a todo el personal de la Embajada de Venezuela para que abandonen el país por haberse involucrado en asuntos internos del Estado".
La acción se suma a la tomada por el Gobierno de Cuba, que decidió retirar de Bolivia a su brigada de 725 profesionales de la salud luego de que las autoridades altiplánicas detuvieran a cuatro médicos por presuntamente haber financiado las protestas en favor de Evo Morales.
"Hay una serie de acusaciones contra ciudadanos cubanos en el sentido de que habrían estado actuando en estos movimientos agresivos que han atormentado a la sociedad estos días", declaró Longaric, quien recalcó que Cuba tomó la decisión "para no empeorar más la situación".
Retiro de Alba y Unasur
Por otro lado, Longaric informó sobre la salida de Bolivia de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) y anticipó que hará lo mismo con la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
"El Gobierno ha desvinculado a Bolivia del tratado del Alba, ya no somos parte del tratado del Alba, y estamos analizando también la desvinculación de Bolivia del tratado de Unasur", indicó.
No obstante, poco después aclaró que en el caso de Unasur,
la decisión política está tomada y solamente quedaría darle forma a través del Ministerio de Exteriores y la Asamblea Legislativa, que tienen que intervenir en el trámite.
Longaric argumentó que en Unasur solo "quedan cuatro estados que serían los que están sustentando económicamente" una organización regional "que en los hechos no existe, no opera y no nos beneficia para nada".
Con esto, el Gobierno deja atrás hitos de la administración de Morales en materia de política exterior, la cual estuvo centrada en fortalecer la relación con el resto de la izquierda latinoamericana.