Por primera vez desde 1803, la catedral de
Notre Dame de París, uno de los monumentos más emblemáticos de la capital francesa, no podrá llevar a cabo la
misa de Navidad a raíz del grave incendio vivido hace ocho meses que dejó grandes daños en la estructura.
No hay ninguna ceremonia ni ninguna procesión prevista en las inmediaciones y la
misa de Navidad será oficiada a medianoche por el rector de la catedral, Monseñor Patrick Chauvet, en la iglesia parisina
Saint Germain l'Auxerrois, frente al museo del Louvre.
Así,
por primera vez en 216 años, la catedral de ocho siglos se mantendrá silenciosa la próxima noche de Navidad.
Por el momento, la autoridades francesas
trabajan en su reconstrucción y el pasado 16 de diciembre llegó a las instalaciones de Notre Dame una grúa gigante por piezas en un convoy excepcional de 40 camiones.
Dos días más tarde desembarcó el poste de transformación eléctrica, un mecanismo indispensable que alimentará de manera permanente las instalaciones.
La grúa, que llegará a los 75 metros, puede levantar hasta ocho toneladas.
Esta grúa será la encargada de llevar a cabo la operación más delicada de toda la obra hercúlea de estabilización:
la retirada de 10.000 tubos de metal -250 toneladas en total- que el incendió del 15 de abril soldó. Se trata de un trabajo de varios meses que necesita muchos preparativos a causa de su complejidad.
Continúa amenazada y en urgencia
La joya del arte gótico sigue estando, ocho meses después del incendio,
en estado de urgencia absoluta. El andamio deformado, fragilizado, con una estructura de inmensa tela de araña que se alza en pleno cielo amenaza a la bóveda y al equilibrio de la catedral.
De acuerdo con el deseo del presidente francés
Emmanuel Macron de acabar la restauración de Notre Dame en cinco años, en la obra no hay vacaciones de fin de año y algunas operaciones siguen en marcha si bien otras han sido interrumpidas, según la institución pública dirigida por el general Jean-Louis Georgelin, encargado por Macron de gestionar el proyecto.
El incendio de la catedral suscitó una movilización extraordinaria en Francia y en todo el mundo y se consiguieron
922 millones de euros (unos 1.021 millones de dólares) de donaciones y de promesas de donaciones, lo que significa un total de 320.000 diferentes donaciones en total.
Por ahora están
construidos dos tercios del anillado de andamio con vigas metálicas para la obra y queda el anillado del nivel superior, que se llevará a cabo en enero gracias a la nueva grúa.
Paralelamente, se está construyendo un segundo andamio ligero de mayor altura de una parte a otra del antiguo, para que, a partir de vigas equipadas con rieles, los especialistas puedan descender para intervenir el andamio de metal.
El desmontaje, que podría durar varios meses, está previsto que comience en febrero.