Decenas de miles de personas salieron este viernes a las calles en Irak para protestar por los recientes ataques de Estados Unidos e Irán en su territorio, mientras el Primer Ministro iraquí, Adel Abdelmahdi, ha pedido a Washington que envíe a sus representantes para negociar la retirada de las tropas extranjeras.
En numerosas plazas de Bagdad y en nueve provincias del centro y sur del país se gritaron consignas contra Washington y Teherán por convertir Irak "en una plaza para su rendición de cuentas" y contra los "políticos corruptos" iraquíes que lo permitieron.
Miles de iraquíes salieron a manifestarse por varias demandas. Entre ellas están la celebración de comicios bajo la supervisión de las Naciones Unidas y la elección de un nuevo Primer Ministro independiente, con única nacionalidad iraquí y capaz de "acabar con el sufrimiento del pueblo y recuperar la soberanía" de Irak.
Las protestas fueron multitudinarias, pese a que desde su inicio hace más de tres meses se han producido cientos de muertos y miles de heridos en enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes, así como en tiroteos y ataques de francotiradores atribuidos a milicias pro gubernamentales.
Sin embargo, este viernes han cobrado un matiz distinto y es que, además de sus demandas habituales, los ciudadanos también han salido a las calles para impedir que Irak "se convierta en un país para la rendición de cuentas entre Estados Unidos e Irán. Queremos un Gobierno con lealtad a Irak", según indicó el manifestante Hason Abdel Amir al Saday.
"Queremos la dignidad y soberanía completa, queremos vivir con libertad, seguridad y paz".
Hason Abdel Amir al Saday
"Queremos la dignidad y soberanía completa, queremos vivir con libertad, seguridad y paz", resaltó Al Saday, quien condenó que se convierta a Irak en parte de los conflictos regionales e internacionales.
Se refería así al ataque de Estados Unidos que hace una semana acabó en Bagdad con la vida del comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní el general Qasem Soleimani.
Pocos días más tarde, Teherán respondió, de nuevo en territorio iraquí, con el lanzamiento de misiles contra dos bases que albergaban a militares estadounidenses en el oeste y norte del país, un cruce de acciones que Bagdad ha interpretado como una violación a su soberanía.
Por ello, tras los ataques, el Legislativo iraquí aprobó una moción, donde le solicita al Ejecutivo que acabe con la presencia de cualquier fuerza extranjera en Irak y anule la petición de ayuda a la coalición internacional, liderada por EE.UU., de lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico.
Abdelmahdi le pidió a Washington que envíe a sus representantes para establecer un mecanismo de aplicación de "la decisión del Parlamento sobre la retirada de las fuerzas de Irak".
Según un comunicado emitido este viernes por su oficina, Irak está interesado en mantener buenas relaciones con los "amigos" en la comunidad internacional y así se lo comunicó al secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, durante una conversación telefónica.
"Hay fuerzas de Estados Unidos que entran en Irak y drones que vuelan sin permiso del Gobierno iraquí, lo cual es contrario a los acuerdos firmados"
Adel Abdelmahdi, Primer Ministro iraquí
En la llamada, el dirigente iraquí dijo que también "hay fuerzas de Estados Unidos que entran en Irak y drones que vuelan sin permiso del Gobierno iraquí, lo cual es contrario a los acuerdos firmados".
Además , tratar los últimos acontecimientos en la región y el deseo de las partes de evitar una "guerra abierta", Pompeo prometió al Primer Ministro seguir el asunto de la entrada de tropas y vuelo de aviones no tripulados, y reiteró su "respeto" a la soberanía iraquí.