Cuatro estados de Estados Unidos que celebran primarias presidenciales la próxima semana, anunciaron este viernes que las votaciones se realizarán a pesar de la crisis del coronavirus, que llevó a Luisiana a posponer su contienda.
Funcionarios de Arizona, Florida, Illinois y Ohio dijeron que creían poder crear condiciones seguras para millones de votantes convocados a las urnas el martes en esos estados.
"Estamos trabajando en estrecha colaboración con nuestros funcionarios de salud estatales para garantizar que nuestros trabajadores electorales y los votantes puedan tener garantías de que la votación es segura", dijeron en un comunicado conjunto.
"A diferencia de los conciertos, eventos deportivos u otras aglomeraciones masivas en los que grandes grupos de personas viajan largas distancias para congregarse en un espacio cerrado por un período extenso, las estaciones de votación reciben gente de comunidades cercanas que entran y salen de un edificio por poco tiempo", agregaron.
El comunicado aseguró también que el foco estará puesto en la desinfección de las máquinas de votación, que despertaron temores como potencial punto de contagio del coronavirus al ser manipuladas por decenas de votantes.
Más temprano, el secretario de Estado de Luisiana, Kyle Ardoin, anunció en una conferencia de prensa que la votación inicialmente prevista para el 4 de abril tendrá lugar el 20 de junio.
"La ley establece medidas extraordinarias para enfrentar desastres", dijo.
"Hoy certifiqué que existe un estado de emergencia".
Las autoridades de salud han reportado 33 casos del nuevo coronavirus en este estado del sureste del país.
Las internas partidarias que se realizan desde principios de febrero en todo el país deciden quiénes serán los candidatos presidenciales para las elecciones del 3 de noviembre.
En el caso del Partido Republicano no hay suspenso porque se da por hecho que el Presidente Donald Trump será el candidato del partido.
Entre los demócratas de la oposición la carrera se ha convertido en un duelo entre el favorito Joe Biden, ex vicepresidente de Barack Obama, de 77 años, y el senador de Vermont Bernie Sanders, de 78 años.
Una tercera contendiente, la congresista de Hawái Tulsi Gabbard, de 38 años, va última por lejos en los sondeos y sin probabilidad de repuntar.
Biden lidera la carrera demócrata, con 878 delegados sobre los 725 de Sanders, según el último balance, y parece imparable para lograr los 1.991 necesarios para lograr la investidura partidaria en la primera ronda en la convención nacional demócrata que se realizará en julio en Milwaukee.
Salud vs voto
El equipo de campaña de Biden reaccionó a la decisión de Luisiana instando a los votantes a acudir a las urnas si están sanos.
"Votar es el corazón de nuestra democracia", escribió la portavoz Kate Bedingfield. "Como las autoridades electorales, que trabajan en concierto con las autoridades de salud, demuestran en todo el país, nuestras elecciones se pueden celebrar de manera segura".
"Si los votantes se sienten saludables, no muestran síntomas y no creen que hayan estado expuestos a COVID-19, por favor, vayan a votar el martes", agregó.
De lo contrario, aconseja a los votantes afectados, que presenten síntomas o pertenezcan a poblaciones en riesgo, que voten por poder o por correo.
Sanders pareció el viernes más partidario de posponer las primarias, sin pedir explícitamente una demora, expresando temor de que muchas personas no pudieran votar, ya que están obligadas a cuidar a los niños debido al cierre de las escuelas.
"Las elecciones son la base de nuestra democracia", dijo Sanders durante un pronunciamiento sobre el coronavirus realizado en Burlington, en el estado de Vermont (noreste).
"¿Quién querría ver que la gente se infecta por que fueron a votar?", agregó sin embargo, y dijo que esperaba que las "autoridades de los diferentes estados" consulten a "sus autoridades sanitarias y médicos antes de tomar una decisión".
Estados Unidos había superado los 1.700 casos de infección con el nuevo coronavirus el viernes, y 40 personas murieron a causa de él, según la Universidad Johns Hopkins.
La pandemia obligó a suspender mitines de campaña esta semana, y un debate previsto para este domingo entre Biden y Sanders se realizará sin público en vivo.
"Es evidente que el coronavirus perturbó nuestra capacidad de comunicarnos de manera tradicional con la gente, y eso nos ha hecho daño", reconoció Sanders.