No es una sorpresa que la mayoría de los países del globo han sido puestos a prueba las últimas semanas y meses tras la aparición del Covid-19, que ya ha sobrepasado las 5.000 muertes y los 139.000 contagiados en el mundo. El combate contra esta enfermedad ha sido sobrellevado de forma destacada por algunas naciones, mientras que otras han sido fuertemente criticadas por la comunidad internacional debido a sus tardías reacciones para contener los contagios.
La falta de camas, los cambios en las cifras oficiales, la falta de información o incredulidad de parte de las autoridades han sido los puntos más reprochados hacia los países en los que llegaron tarde las medidas o en que los contagiados aumentaron de forma descontrolada.
Irán, Italia y EE.UU.: Los más criticados
Irán, el tercer país con más contagios (11.364) y muertes en el mundo (514), y ha estado en el ojo del huracán debido al actuar del Ejecutivo.
"Las autoridades quieren rebajar el pánico y mantienen una narrativa en la que le están diciendo a las personas que sigan con su vida normal. Los médicos del principal hospital de Teherán aparecen en televisión sin máscaras afirmando que todo está bien", detalló el periodista Soroush Pakzad, de BBC Persia.
A pesar de que el Presidente iraní, Hassan Rouhani, ha asegurado públicamente que el Gobierno está comprometido con frenar la expansión del coronavirus, la autoridad se ha negado a aplicar la cuarentena a ciudades enteras como lo han hecho otros países para bajar el número de contagios.
Asimismo, en una acción que todavía no se entiende, las autoridades religiosas se han negado a cerrar las mezquitas o los lugares sagrados. "Este es un país fanático y religioso y aun así nadie se va a atrever a ir en contra de la medida", dice Naderi, comentarista del medio estatal Press TV.
Por otro lado, Pakzad sostuvo que las medidas tomadas han contrastado con el mensaje general del Gobierno: "Cierran lugares, pero dicen que solo lo hacen por precaución y aseguran a la población que esto es solo una gripe".
Italia, por su parte, es el segundo país con más contagios (15.113) y muertes (1.016) del mundo, y a solo tres semanas de descubrirse los primeros casos en ese país, se ha visto sobrepasado en términos de contención del contagio.
A pesar de que las autoridades sanitarias italianas intentaron establecer un control desde los primeros días en que se descubrieron casos en el norte del país, en la zona de Lombardía y Véneto –tales como el cierre de colegios y suspensión de eventos deportivos hasta el 3 de abril- la descoordinación en la toma de decisiones se pudo ver desde distintas partes del mundo.
Así lo confirmó Fernando Simón, director de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Salud de España, que tildó de "extraño" el hecho de que Italia no permita celebrar eventos masivos en el interior de sus fronteras y, sin embargo, haya dejado que ciudadanos italianos salieran del país para asistir a encuentros deportivos sin ningún tipo de medida de control, reportó El Mundo.
"Sobre todo al principio, Italia adoptó medidas controvertidas, como la decisión de tomar la temperatura a los viajeros que llegaban al país y, sin embargo, no a los que salían cuando ya había un foco de contagio", señaló Antoni Trilla, jefe del servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínico de Barcelona.
Estas contradicciones evidentes entre gobiernos regionales y Gobierno central se han encarnado en la oposición liderada por la Liga de Matteo Salvini, que criticó que el Premier Giuseppe Conte no cerrara las fronteras y suspendiera el tratado Schengen para frenar la expansión del virus cuando se descontroló a principios de enero.
Además, la falta de camas llevó a una situación extrema a los médicos del norte del país, quienes eligen a quién salvar y a quién dejan morir. El médico terapista, anestesista y reanimador Christian Salaroli, que trabaja en la unidad de cuidados intensivos en el Hospital de Juan XIII aseguró: "Todos los días debemos decidir a quién salvar. Es la realidad. No estamos en condiciones de hacer milagros", por lo que los adultos mayores con más problemas de salud, son los más relegados por sus posibilidades de sobrevivir".
Recién el lunes de esta semana, Conte decidió declarar emergencia en todo el territorio nacional, por lo que se restringieron los movimientos en todo el territorio del país. "Hemos adoptado una nueva decisión basada en una suposición: no hay tiempo", expresó el Primer Ministro tras la rápida escalada de casos confirmados.
Estados Unidos, por su parte, ha reportado 1.268 casos y 36 fallecidos por el Covid-19 y, a pesar de ser la nación en el noveno lugar con más infectados, se ha tildado a las autoridades de "irresponsables" por bajarle el perfil a la situación desde que se desató.
El Presidente Donald Trump anunció restrictivas medidas el miércoles en las que vetó la llegada de extranjeros de 26 países europeos para frenar la proliferación de contagios y culpó a esos países de importar enfermos a su nación. Asimismo, el viernes decretó estado de emergencia en todo el país, lo que supone la disposición de un fondo de 55 mil millones de dólares para el combate contra el coronavirus.
Pero por muy drástica que se vea la medida, esta llega después de que la OMS "caracterizara como una pandemia" al coronavirus y en el que se habló de una "alarmante" preocupación por la inacción de ciertas naciones ante el brote.
"Nunca se está preparado para un virus como este y creo que ningún país lo estaba. Pero es cierto que en el caso de EE.UU. la respuesta no ha sido lo suficientemente rápida", sostuvo Alex Greninger, experto en virología de la Universidad de Washington.
Por otro lado, en el país norteamericano se han presentado problemas con el acceso a las pruebas. "Desafortunadamente, el test no es accesible para toda persona sospechosa de tener el virus. Hasta ahora, existe una lista de criterios determinados por los CDC que un paciente debe cumplir para ser sometido a un examen para detectar la presencia de coronavirus", indicó William Schaffner, profesor de Medicina Preventiva y Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville.
Bajo este criterio solo pueden realizarse la prueba las personas que tengan síntomas de tos, fiebre y problemas respiratorios, a diferencia con lo informado por Trump la semana pasada.
China: Mal y bien
El lugar donde se originó el brote a finales de 2019, China, ya lleva un total de 80.945 casos de coronavirus confirmados y 3.180 muertos, siendo el país más afectado. Pero, pese a que la administración fue fuertemente criticada por su silencio y ocultamiento de cifras, durante los últimos días ha sido halagada por la comunidad internacional ya que superó el peak de transmisiones.
"Los casos nuevos siguen disminuyendo. Creemos que hemos superado el peak del actual brote epidémico, que ahora se mantiene en un nivel bajo. La atención médica debe ser la máxima prioridad pero no hay tregua, debemos intensificar los esfuerzos de prevención y control", manifestó el vocero de la Comisión Nacional de Salud china, Mi Feng.
Adicionalmente, excepto en Wuhan –ciudad donde se desarrolló el brote- ninguna ciudad en Hubei ha registrado nuevos casos de Covid-19.
Cabe recordar que a principios de febrero, las autoridades chinas abrieron un hospital totalmente nuevo para tratar los miles de afectados por el brote en la ciudad de Wuhan, donde posteriormente se levantó otro centro asistencial, que en total supuso una inyección de 2.300 camas. La acción fue aplaudida por otras naciones que destacaron la eficiencia y capacidad de los chinos para levantar nuevos hospitales en solo dos semanas.
Pero no todas fueron buenas noticias. El Gobierno chino fue fuertemente criticado por "su obsesión por el control de la información y la comunicación", como criticó en Infobae el investigador Benjamin Hillman. Esto, debido a la falta de transparencia en las cifras entregadas a la comunidad internacional y la demora en la entrega de información cuando se desató la epidemia, por lo que Xi Jinping fue cuestionado por su manejo inicial de la crisis.
Corea del Sur: Alabados por la comunidad internacional
Aunque Corea del Sur sea el cuarto país más afectado por el brote con 7.979 contagiados y 66 fallecidos hasta el momento, la nación asiática ha logrado contener la epidemia como pocos de sus vecinos, conservando una tasa de mortalidad relativamente baja.
La estrategia usada por el país en la que combinó información a la población y el uso exhaustivo de imágenes de videovigilancia para rastrear a los contagiados –a pesar de ser cuestionada- provocó que Corea del Sur se convirtiera en el país que realiza más pruebas diarias en el mundo, llegando a las 10.000 por día, lo que repercutió en poder enfrentar de forma temprana los focos de infección.
Corea del Sur "actuó rápido y bien", expresó Marylouise McLaws, de la Universidad de Nueva Gales del Sur.
En adición, el país asiático promedia 10 camas por cada 1.000 habitantes, siendo el segundo después Japón en tener más camas disponibles para sus ciudadanos en todo el mundo.